Sentada en su escritorio, con solo mencionar “los 30 años de Berkana”, Mili Hernández resume con mirada nostálgica sus complicados comienzos como librera y emprendedora. Recuerda cuando tenía 33 años y regresaba a España tras haber vivido doce entre EE UU y Londres: “Ya me rondaba la cabeza lo de la librería. Las dos librerías que a mí me salvaron la vida fueron Gay’s The World y Oscar Wilde. Allí encontré todos los libros que no encontré en España. Venía con la idea de abrir una librería similar, y la abrí porque ya tenía el local. Si me hubiera puesto a buscar los libros antes que el local, no la habría abierto, porque no había. Estaban los libros de los autores clásicos LGTBIQ+ como Luis Antonio de Villena, Eduardo Mendicutti, Terenci Moix o Álvaro Pombo; y de mujeres, las traducciones de Virginia Woolf. No había más. Los primeros libros los poníamos de frente, porque si los ponía de canto me sobraban estanterías” [risas].
Hablemos de cifras y libros… “El más vendido ha sido El corredor de fondo, de Patricia Nell Warren, en libro extranjero. Le sigue un libro español, El viaje de Marcos, de Óscar Hernández. En cuanto a ensayos, Maricones de antaño, de Ramón Martínez, De Sodoma a Chueca, de Alberto Mira y A la conquista del cuerpo equivocado, de Miquel Missé. ¿De chicas? Con pedigree, de Isabel Franc”. ¿Y sus libros preferidos? “Carol, de Patricia Highsmith –que se titulaba The Price of Salt y estaba firmado con seudónimo, y no se descubrió hasta mucho más tarde que era ella–, y Dos mujeres, de Sara Levi Calderón. Este lo leí en inglés porque se publicó en México en castellano y la familia secuestró la edición. Ambas me marcaron muchísimo”.
Respecto a las librerías más comerciales y las editoriales más generalistas, no tiene reparos en darles las gracias “porque por sus prejuicios y por su estupidez yo he podido pagar las letras de mi casa y esta librería sigue abierta. Es así. En otros países, las cadenas de librerías tienen una gran sección de literatura LGTBIQ+, como la librería Waterstone en Londres. Aquí, las librerías más comerciales no los tienen en su sección correspondiente; venden libros de este tipo, pero de las grandes plataformas editoriales como Random House o Planeta”.
Son muchas las personas célebres que se han dejado caer por esta librería (“políticos de todos los signos, menos la derecha”), pero Mili asegura que lo que más le satisface es sentir que sus libros ayudan a crear un cambio. Habla de personas anónimas que a lo largo de los años han acudido a Berkana en busca de ayuda y de respuestas. “Sobre todo me ilusionan los padres. Me ilusionó una familia de Granada que vino entera aquí, recomendados por el psicólogo de su hijo trans, para que cogieran literatura, para informarse… Dio la casualidad que justo pasaba por aquí un grupito de adolescentes trans de la asociación No te prives de Murcia y les dije: ‘Venid aquí, esta familia necesita ayuda. Os vais a ir a tomar una Coca-Cola a la esquina y a hablar…”.
Nos metemos en harina, y a Mili le faltó frotarse las manos cuando vio venir las preguntas sobre política. Es una de las lesbianas más visibles de España, su activismo y su dedicación al mundo de la cultura LGTBIQ+ es incuestionable y está orgullosa de haber estado presente en momentos cruciales de la historia del colectivo. “El momento más emocionante fue la aprobación del matrimonio LGTB. Yo jamás pensé que eso se iba a aprobar. Nos llamó Iñaki Gabilondo y nos pidió entrar en directo en Hoy por hoy cuando se estaba votando la ley. Recuerdo que tuve un ‘momento patriótico y dije: ‘Hoy, puedo decir que me siento orgullosa de ser española. Por fin vamos por delante de otros países”.
¿Y que opina de la presidenta de la Comunidad de Madrid? “Si estuviésemos hablando de un político con sentido común, podría opinar. El primer golpe se lo ha llevado la comunidad LGTBIQ+ porque ella cree que es un golpe. Pues no, mire, señora, lo que está haciendo es derogar derechos civiles, algo nunca visto en este país”. Con la misma contundencia habla del papel que tuvo el Orgullo desde los años 90 en la visibilidad del colectivo. “En aquel entonces les encantaba el morbo. Nosotros lo sabíamos y lo aprovechamos. Cuando Pedro Zerolo y yo fuimos a negociar la ley de parejas de hecho con el Partido Popular nos atendió Jorge Trías Sagnier. Recuerdo que nos dijo: ‘Oh, una ley de parejas de hecho…, pero si es que sois cuatro, solo que os lleváis muy bien con la prensa’. Yo le dije: ‘No somos cuatro, somos el 10% de la población’. Se quedó como paradito. Por aquel entonces, en las manifestaciones éramos cuatro mil personas, luego pasaron a trescientas mil y de pronto a un millón. Los políticos ya se creyeron ese 10%”.
Y añade: “Los colectivos son necesarios pero tienen que estudiar el hecho de que el activismo ha cambiado y deberían buscar otras fórmulas”. Mili pone el broche final a la entrevista con un mensaje rotundo: “Lo hemos conseguido nosotros, no los políticos”.
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