Los centros de enseñanza todavía no son espacios seguros para los estudiantes del colectivo. Así lo ha afirmado la ONGD Agareso en base a un estudio realizado por la investigadora Estrella Ramil. Su investigación explica que, aunque la población LGTB es «cada vez más visible y aceptada», sigue sufriendo bullying tanto por parte de otros alumnos como de los profesores.
Según el estudio, en los centros gallegos un 28% del alumnado y 23% del profesorado pertenecen al colectivo LGTB. A pesar de estos datos, más de la mitad de ellos decide mantener su orientación sexual en secreto por miedo a amenazas o acoso. Esto hace ver, según Ramil, que «los centros educativos todavía no son seguros para las personas del colectivo».
Para realizar este estudio, Ramil ha realizado una encuesta a 503 alumnos y 74 profesores de 29 centros gallegos. Además, también se ha basado en las respuestas de tres grupos focales, cuyos integrantes pertenecen a la Rede Educativa de Apoio LGBTIQ+ de Galicia; la Asociación de familias de menores y juventud trans de Galicia Arelas y la asociación Avante LGBTI+ Galiza. El 81% de los alumnos LGTB afirma haber sufrido una agresión (y un 69% del profesorado lo ha presenciado). Generalmente, se trata de agresiones verbales, escudadas en un contexto de broma que no hace más que tratar de justificar una conducta violenta hacia el colectivo.
Menos de la mitad de alumnos defendería a un compañero LGTB agredido
Además, el 17% del alumnado declarado cishetero reconoció haber participado en alguna agresión. Menos de la mitad defendería a alguno de estos estudiantes agredidos (un 46%). De hecho, el 30% no haría nada, el 19% «no sabría qué hacer» y un 5% se uniría a estas agresiones. Esto empeora para el colectivo trans, que sufre más situaciones de aislamiento que el resto de miembros del colectivo. Hay un 33% de alumnos que dice no aceptarles. A eso se suma la reticencia de algunos alumnos y profesores de referirse a ellos con su nombre y pronombres, así como a emplear con ellos el lenguaje inclusivo. Todo esto es utilizado muchas veces como objeto de burla, perpetuando el acoso.
También destaca el hecho de que un 16% de los alumnos ve negativos los avances LGTBIQ+. El porcentaje sube al 18% cuando se habla de materia feminista. Esto se une a la creencia de un 60% de los estudiantes de que se están incrementando actitudes machistas y racistas (algo que un 21% ve positivo). Esto viene dado, según el estudio, porque el principal canal por el que se informan de estos temas son las redes sociales.
En cuanto a la percepción de seguridad en los centros educativos gallegos, las opiniones difieren entre profesores y alumnos. El 56% del claustro cree que sí son espacios seguros (gracias a la intervención de los docentes). Sin embargo, solo un 19% de los alumnos está de acuerdo con ello. En respuesta a este informe, Agareso ha elaborado una propuesta didáctica para trabajar estos discursos de odio en las aulas gallegas. Además, el 20 de abril celebrarán en Santiago de Compostela una formación gratuita para los docentes que deseen saber más sobre el informe y diferentes actividades didácticas para reducir el acoso contra alumnos del colectivo.