Las agresiones contra el colectivo no han dejado de aumentar, en un contexto en el que los discursos de odio son cada vez más frecuentes, y un caso claro es el de Barcelona. En 2023, se registraron 206 delitos de odio contra el colectivo, 35 más que en 2022, según los datos de los Mossos d’Esquadra.
En 2024 las cosas parece que van por el mismo camino. En la primera mitad del mes de abril, ya se han producido tres ataques contra gente del colectivo. El último tuvo lugar la semana pasada, cuando un grupo de jóvenes insultó y agredió a un chico trans. Todavía no se ha presentado ninguna denuncia por los hechos, algo que es necesario, según afirman desde Gaylespol, asociación de policías LGTB. «Estamos aquí para ayudar a todas las víctimas», dice la agente de la Unidad de Atestados de la Policía Local de Sabadell.
La falta de denuncia se produce porque, en muchas ocasiones, los agresores son menores de edad, y por tanto, inimputables. El presidente del Observatori contra la l’LGTBI-fòbia, Eugeni Rodríguez, manifiesta su preocupación por ello: «Estamos detectando un patrón concreto: grupos de jóvenes, de unos 13 años, que rodean a personas trans y las agreden«.
«Están impregnados de una intolerancia que hay que revertir. Los discursos de extrema derecha y los mensajes de odio en redes sociales legitiman este tipo de sucesos», añade Rodríguez. Elena Longares, reponsable del Servei Cruïlles, coincide con él. En declaraciones a Metrópoli, añade que «los menores reproducen discursos aprendidos y hay que hacer un buen diagnóstico para ver dónde está el origen de esta violencia«.
El 29 de abril se reúnen el Ayuntamiento y entidades sectoriales para revisar el Protocolo contra la LGTBIfobia. Además, para este jueves 18 de abril está prevista una protesta bajo el lema “Prou transfòbia, aturem l’odi i el feixisme» (Basta de transfobia, detengamos el odio y el fascismo).