John Grant: "Mi familia confiaba en que pudiera 'curar' mi homosexualidad. Y lo intenté"

Temas: Entrevista, Gay, Visibilidad LGTBIQ+

A los 55 años, John Grant siente una enorme necesidad de liberarse de ciertos fantasmas que le atormentan en su cabeza, alimentados por lo que ve en en el mundo que nos rodea. El comprometido artista LGTBIQ+ estadounidense, afincado en Reikiavik, siempre está buscando vías para relajarse. «Me funciona estar en el estudio creando sonidos chulos», confiesa. «Y también ver películas en Netflix con subtítulos en español, para ir apuntando en una libreta palabras que me llaman la atención y no conocía. Mejor eso que engancharse al cristal, ¿no?».

Porque John Grant tiene un estupendo nivel de español. Y también un arte especial para desnudar su intimidad en sus álbumes. Volvemos a verlo en en su sexto disco, The Art of the Lie, en el que plasma, vía pop electrónico, el horror que le provoca el trumpismo y el dolor de ciertas situaciones familiares que a lo largo de su vida le han marcado. Una vez más, presenta un trabajo confesional, que explica en una entrevista que también lo es.

SHANGAY ⇒ Llevas años instalado en Islandia, y desde allí ves cómo Estados Unidos es un país cada vez menos seguro para las personas LGTBIQ+. ¿Cómo lo vives?
JOHN GRANT ⇒ Me preocupa mucho ver el empeño por instalar una teocracia cristiana, porque las cosas pueden cambiar de una manera radical. Es una posibilidad cada vez más cercana, y es algo increíble.

«Compartir nuestras historias individuales nos permite hacernos una idea real de lo que significa vivir en este mundo»

SHANGAY ⇒ Tu nuevo disco vuelve a ser muy personal. ¿Solo sabes componer desde un lugar muy íntimo?
JOHN GRANT ⇒ No puedo evitar compartir todo lo que tengo dentro, pero a nivel de sonido intento crear canciones con un espíritu universal. Soy consciente de que la mía es la perspectiva de un pequeño ser humano que tiene su visión del mundo. Sé que hay gente que considera que la música no debería ser tan personal pero cuando escucho, por ejemplo, a Joni Mitchell, me llega al corazón. Porque me transmite sus propias experiencias, como lo hacen tantos artistas que me emocionan. No tengo ninguna puta gana de escuchar más canciones en las que te dicen “hey, mister DJ, pon ese tema funky” [risas]. ¡No!

Compartir nuestras historias individuales nos permite hacernos una idea muy real, y hermosa, de lo que significa vivir en este mundo. Y no me importa mostrarme como una persona con muchos defectos. De lo que hablo principalmente en este disco es de la prisión que siento en mi cabeza por culpa de todo lo que he vivido en Estados Unidos. Cada persona forja su personalidad en base a lo que experimentó creciendo, su manera de percibir las cosas y miles de variables más. Tengo que confesar mi gran problema: me cuesta liberarme dentro de mi propia cabeza.

SHANGAY ⇒ La familia es otro de los temas principales de tu disco…
JOHN GRANT ⇒ Father es una canción muy dolorosa para mí. Porque en ella cuento que ha basado su vida en una gran mentira: su fe está basada en la bandera de Estados Unidos, a la que le importas una mierda. Si tu vida se basa en el patriotismo y la religión… Esa mentira que sustenta a mi padre me ha afectado siempre a mí también. Y a veces echo mucho de menos esos abrazos que me daba de pequeño porque, pase lo que pase, nunca dejaré de amarle a él y a mi madre. Father es la canción de la que más orgulloso estoy de toda mi carrera, por mucho que me duela, pero es que nace de la verdad más auténtica: por muchos defectos que les vea, es inevitable que le ame. Porque todo lo que he vivido con él y con mis hermanos también ha contribuido a definir cómo me relaciono con los hombres de los que me enamoro, cómo son esos hombres con los que elijo estar.

«Lo que he vivido con mi familia ha contribuido a definir cómo me relaciono con los hombres»

SHANGAY ⇒ ¿Cambió la relación con tu familia a raíz de salir del armario?
JOHN GRANT ⇒ Sí, porque no se lo tomaron bien. Solo confiaban en que pudiera cambiar y me pudiera «curar» de la homosexualidad. Intenté hacerlo, de hecho, cuando tenía veintipocos… Eso habla de lo adoctrinado que estaba. Sentía que no había un lugar en el mundo para mí siendo un hombre gay, me avergonzaba de mí mismo. Mi historia se conoce a partir de ese momento; me intenté autodestruir para olvidarme de todo eso. Por eso me parecía tan importante hablar en este disco de esa prisión en la que se convirtió mi mente. Imagínate cuando vi que mi familia votó a Trump: me hicieron sentir que si era necesario, me entregarían a él, al enemigo. Me gustaría que cosas así no me afectaran tanto, pero sucede.

SHANGAY ⇒ Me parece destacable que trates temas muy profundos que conviertes en canciones incluso bailables…
JOHN GRANT ⇒ También es mérito de Ivor Guest, un productor que ha trabajado en álbumes increíbles de Grace Jones o Brigitte Fontaine. Para nosotros era muy importante lograr que funcionase esa mezcla. Porque sigo necesitando que la influencia de Devo se palpe en mi música. O la de bandas de hip hop y funk de los 80 como Cameo. Por eso estoy tan contento de cómo ha quedado el disco. Siento que hemos logrado el equilibrio perfecto entre oscuridad y diversión.