El 26 de junio de 1977 tuvo lugar en las Ramblas de Barcelona la que es considerada la primera manifestación del Orgullo LGTBIQ+ en España, que simboliza los inicios de la lucha por la defensa de los derechos civiles, la igualdad y la inclusión del colectivo.
Fue convocada clandestinamente por el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y se celebró sin la autorización del Gobierno central español. Contó el apoyo de los movimientos feministas, vecinales, obreros, estudiantiles, sindicatos y algunos partidos políticos. Los manifestantes marcharon bajo el lema “Por una sexualidad libre, derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social”.
Esta ley, aprobada durante el régimen franquista, fue la que sustituyó a la Ley de Vagos y Maleantes. Con ella buscaban el control de todos los elementos que consideraban “antisociales” como eran la mendicidad, el vandalismo, el tráfico y consumo de drogas, la homosexualidad, la prostitución y la pornografía. La ley no ofrecía ningún tipo de protección jurídica y las detenciones podían ser completamente aleatorias.
Además de pedir la derogación de esta ley, también exigían la legalización del Frente de Liberación Gay de Cataluña y la amnistía para los activistas gais condenados a prisión. Algunos de los cánticos que pudieron escucharse fueron “Mi cuerpo es mío y hago con él lo que me da la gana”, “¡Amnistía sexual!” o “¡No somos peligrosos!”.
Tras la marcha, a la que asistieron cerca de cinco mil personas, con transexuales y travestis en primera línea, el FAGC publicó un comunicado en el que se valoraba positivamente la movilización y denunciaba las cargas y disparos de pelotas de goma que realizó la policía en la Plaça Catalunya, ya que había sido una manifestación de carácter pacífico.
Dos años después de esta marcha, en el año 1979, se excluyó la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación social, y un año más tarde se legalizaron las organizaciones homosexuales.
Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, ha sido el encargado de inaugurar este atril ubicado en la Rambla Santa Mònica, donde comenzó la marcha, con una placa conmemorativa que cuenta la historia de una manifestación trascendental. “Hacemos un homenaje a los valientes que dijeron ‘basta’ hace 47 años”, declaró Collboni. Y luego añadió que Barcelona será la primera ciudad del Estado en tener una ordenanza específica contra los delitos de odio y discriminación.