Este pasado fin de semana, el barrio valenciano de Russafa se convirtió en el epicentro de una movilización enérgica contra los ataques a las personas LGTBIQ+. La manifestación, organizada por el colectivo Orgull Crític València, comenzó en la plaça Manuel Granero, como respuesta a las recientes agresiones que sufrieron dos mujeres trans en esa misma zona el pasado 5 de agosto.
La primera agresión ocurrió alrededor de las 02:30 de la madrugada cuando Àngela, una mujer trans, esperaba para entrar en un local. Tres hombres la atacaron brutalmente con patadas y puñetazos en la cabeza y en la cara, hasta el punto de dejarla inconsciente. Durante la agresión, los atacantes profirieron insultos como «maricón de mierda» y «travesti».
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Apenas una hora después, y a un kilómetro de distancia, ocurrió la segunda agresión. María, mujer cis, estaba con unas amigas trans cuando un hombre, aparentemente borracho y hablando en inglés, las empezó a hablar y cuando no obtuvo respuesta, le dio un puñetazo en la cara. Tras esto, les dijo que “no tenían que existir” y salió corriendo acompañado de otros dos hombres que presenciaron la agresión ocultos en unos arbustos. María y Marina, una de sus amigas trans, explicaron en redes sociales como habían afrontado la agresión y dónde pusieron la denuncia, dado el amable trato que les ofrecieron.
Inicialmente, se creyó que los agresores de ambos incidentes eran los mismos tres hombres debido a la proximidad y similitud de las agresiones. Sin embargo, la Delegación de Gobierno ha aclarado que los ataques fueron perpetrados por diferentes individuos.
Orgull Crític Valéncia, el colectivo convocó la protesta, han expresado su indignación ante estos actos de violencia. “Esta violencia sistémica heterocispatriarcal, esta impunidad machista y soberbia es inadmisible, ¡y no la vamos a soportar!”, han declarado en un comunicado. Además, han enfatizado la necesidad de una respuesta contundente ante estos ataques: “No aguantamos más, nuestros cuerpos no son una bolsa de basura ni un saco de boxeo. Las personas trans somos personas”. La manifestación ha concluido al grito de “si hay que gritar, ¡gritaremos!¡Si hay que meterles miedo, lo haremos! Entre nosotres y con nosotras, no hay agresión sin respuesta”.