Give It All (Darlo todo) es el segundo single que avanza el que será el álbum debut de la artista argentina residente en Madrid Elys Cöttet, que ha titulado Sapiencentrismo, y cuyo lanzamiento está previsto para principios de 2025.
Su nueva canción, producida por Fernando Izu, de poderoso mensaje y vídeo, ruge a través de guitarras distorsionadas y sintetizadores ochenteros, y en ella Elys Cöttet deja claro que no piensa no callarse nunca ante las injusticias. «Surgió como una expresión de impotencia ante las injusticias. Estaba estaba viendo la televisión, y pensé: ‘¿Cómo podemos mirar esto como si fuera una película ajena a nuestra cotidianidad?’. Estaban emitiendo imágenes de la guerra entre Rusia y Ucrania», explica la argentina.
Quiso explicar lo importante que es para ella «darlo todo» la hora de luchar, reivindicar y no dejarse aplastar por las injusticias. Y para no resultar demasiado literal, decidió contar una historia igualmente dura, aunque de final esperanzador. «Quisimos hablar de una realidad que tristemente sufren muchas personas LGTBIQ+», cuenta. «Es la historia de un niño que sufre bullying por parte de sus compañeros en el colegio por no cumplir con los cánones del ‘varón’ tradicional».
A lo largo del vídeo, Lucas, el protagonista, comienza a hacer frente al dolor que sufre y lo transforma en fuerza, resistencia y superación, «mostrándonos lo empoderador que es enfrentarse la adversidad y salir adelante», dice Elys Cöttet.
Lucas, el niño protagonista, sufrió bullying, no con connotaciones LGTBI, simplemente por ser como es, y Cöttet ha querido que sea él quien ponga cara a esta historia que cuenta en su vídeo, un ejemplo para tantes otres. «Muchos niños y niñas, cuando no encajamos en los estándares, nos hemos sentido alguna vez rechazados y juzgados, algo que en la infancia puede dejarnos marcados para siempre», recalca. «La autoestima puede tardar muchísimo en recuperarse. Para esos niños, el mensaje es: somos muchos, no estás solo, ser quien eres está bien. Rodéate de gente que lo entienda».
Elys Cöttet termina afirmando, rotunda: «Ojalá todo el mundo llegue a aceptar la diferencia, porque todavía vivimos en sociedades ciegas de odio y de poder, que la rechazan. God save the queer!».