Un nuevo episodio de homofobia ha sacudido el fútbol profesional, esta vez por parte de un jugador, Kevin Behrens. Su equipo, el Wolfsburgo, de la primera división alemana, hizo una campaña benéfica con el fin de promover la igualdad y la inclusión social, y lanzó una edición especial de la camiseta del equipo con los colores del arcoíris.
Posteriormente, pidieron a los jugadores del Wolfsburgo que, como gesto de apoyo, firmaran la camiseta, a lo que Behrens se negó: “No voy a firmar esta mierda gay”. Esto generó una gran indignación entre empleados y asistentes al evento, lo que forzó una reunión de emergencia con el director deportivo, Sebastian Schindzielorz. En ella, Kevin Behrens dijo que no tenía nada en contra del colectivo LGTBIQ+.
El club emitió un comunicado, horas más tarde, para explicar lo ocurrido: “Durante una reunión interna hubo declaraciones que no estaban en línea con la posición del VfL Wolfsburgo. El incidente fue tratado internamente de inmediato. El VfL Wolfsburgo destaca que es consciente de su responsabilidad social. El club y sus empleados defienden la diversidad y la tolerancia; valores fundamentales como el respeto, la honestidad y la apertura siempre han estado firmemente anclados en la filosofía del club”.
El jugador alemán quiso hablar con el periódico Bild para poder disculparse y retractarse de sus palabras: “Mis comentarios espontáneos no estuvieron en absoluto bien. Me gustaría disculparme por eso. El tema fue claramente discutido internamente y les pido su comprensión de que no deseo hacer más comentarios al respecto”.
Los informes iniciales sugerían una suspensión al jugador, pero finalmente fue convocado para el partido siguiente a los hechos, aunque se quedó en el banquillo. El club se abstiene de hacer comentarios públicos sobre medidas disciplinarias específicas que involucren a los jugadores.
Maximilian Arnold, el capitán del Wolfsburgo, que ha llevado en su cinta de capitán una bandera LGTBI durante dos temporadas, ha condenado los hechos y también ha pedido perdón: “Kevin se disculpó por algo que, definitivamente, no estuvo bien. Todos cometemos errores. Una cosa está clara: algo así no debería volver a suceder, pero todos merecen una segunda oportunidad”.
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Por otra parte, el San Pauli, otro club de la Bundesliga, subió una publicación a sus redes sociales con una cinta arcoíris que se titulaba “Amamos la mierda gay”. Josh Cavallo, el primer futbolista abiertamente gay en la máxima categoría comentó: “Lo mejor que he visto”, acompañado por un emoji con corazones.
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