Ya se conoce la sentencia para los condenados por el crimen de odio de Samuel Luiz. Tras un juicio popular, se determinó que todos los acusados eran culpables menos la novia de uno de ellos, Katy Silva. La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a los cuatro jóvenes a 74 años y medio de cárcel y a indemnizar a los padres y hermana de Samuel Luiz con un total de 303.284 euros.
Diego Montaña, el que inició la paliza mortal, ha recibido la mayor pena, 24 años de prisión, y es el único al que se le ha aplicado el agravante de discriminación por motivos de orientación sexual, debido a que durante la agresión usó el término de “maricón”. La jueza, Elena Fernanda Pastor, alega que el acusado intervino desde el principio hasta el final del suceso, así como “la extensión del mal causado y su actitud posterior para con la víctima y su familia, mostrando una absoluta falta de empatía y una crueldad que merecen un mayor reproche final”.
Por otra parte, Alejandro Freire ha sido condenado a 20 años de cárcel por ser “partícipe destacado”. Después de la agresión por parte de Montaña, él arremetió contra Samuel por la espalda y le tiró al suelo. Pastor destaca los golpes asestados a la víctima y su imposibilidad de defenderse o huir. Otro de los acusados, Kaio Amaral, ha sido condenado a 20 años de prisión por dos delitos diferentes: 17 años por el asesinato y, los tres y medio restantes, por robar de manera violenta el móvil de Samuel. El último de los condenados es Alejandro Míguez, que se enfrenta a 10 años de prisión por ser cómplice del asesinato, ya que es el único que no pegó a la víctima.
Samuel Luiz por Iván Soldo
La sentencia subraya que el crimen causó “importantes padecimientos psicológicos a los padres” de la víctima, además “del dolor moral inherente a la pérdida de un hijo y hermano”. Y se destaca la “falta de empatía” y la “crueldad” del grupo de condenados por dejar a Samuel tirado “en medio de una rotonda, inconsciente y con el rostro ensangrentado”.
La Audiencia Provincial de A Coruña ha dictaminado que los agresores actuaron “en unidad de acción” y “eliminaron las posibilidades de defensa”, y considera que las imágenes proporcionadas por las cámaras de la calle que grabaron la paliza son “suficientes y aptas” para reconstruir lo que ocurrió aquella fatídica madrugada.
Sobre Katy Silva, la única acusada absuelta, explica que no se da “por acreditada” su participación en la agresión. A pesar de su actitud “absolutamente pasiva”, se destaca que “no hizo actos absolutamente necesarios ni auxiliares para el fatal desenlace”. Cabe recordar que la causa de la muerte de Samuel fueron las múltiples agresiones; no hubo ningún golpe determinante. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
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