Este pasado sábado día 1, sobre las cuatro de la madrugada, Samuel Condurache, un joven de 22 años, estaba en una conocida discoteca LGTBIQ+ de València. Al salir de la discoteca, se dirigieron a un parque cercano a fumar. Fue en ese momento, según relata en la denuncia, cuando un joven, sin mediar palabra, “le dio un puñetazo en la cara y posteriormente los demás comenzaron a darle golpes en la cara y el cuerpo, mientras uno de ellos le sujetaba”.
Al parecer, los agresores eran seis o siete, porque mientras dos golpeaban y otro agarraba a Samuel, los tres o cuatro restantes se encargaban de pegar a uno de sus amigos. Mientras les pegaban puñetazos y les daban patadas se escuchaban insultos como “maricones” o “come pollas”. El tercero de sus amigos se encargó de llamar a la policía y decírselo a los atacantes, para ver si así les dejaban tranquilo. Como respuesta, recibió algunos golpes en la cabeza.
La paliza no cesó hasta que llego la policía nacional, que logró detener a dos de los agresores, uno mayor de edad y otro menor. El primero pasó a disposición judicial el domingo y el otro fue derivado a la Fiscalía de Menores. Además, a Samuel le robaron dos pendientes de oro y una cadena de plata.
Tras la agresión, el amigo de Samuel sufría una crisis de ansiedad y Samuel tenía la cara visiblemente hinchada, un ojo morado y un fuerte dolor en las costillas, por lo que fueron trasladados al Hospital Doctor Peset de València. El tercer amigo, por suerte, no necesitó hospitalización.
“Pensaba que me querían robar el móvil o mis pendientes. Era más lógico pensar eso a que me iban a dar una paliza simplemente por ser quien soy”, explicaba Samuel. Que añade que tiene miedo porque todavía no se ha conseguido detener al resto de agresores. Los detenidos han sido acusados de un delito de lesiones y otro de odio.
En el año 2023, se produjeron 37 delitos relacionados con LGTBIfobia solo en València y, en total, en España, 522, según datos proporcionados por el Ministerio del Interior.