Hace apenas una semana, Donald Trump firmaba una ley que vetaba a las mujeres trans de las competiciones deportivas femeninas. La aprobación de esta nueva norma reabría el debate sobre las posibles ventajas que tienen las mujeres trans frente a las mujeres cis. Ante esta situación, la Federación Internacional de Atletismo, World Athletics, ha sometido a consulta una nueva norma, más restrictiva, para regular la participación de atletas trans en categorías femeninas.
Este nuevo reglamento de World Athletics permitiría participar exclusivamente a mujeres cis y a aquellas atletas trans con fenotipo femenino. Para ello, someterán a las atletas a un test genético, a través de muestras de sangre y de saliva, que demuestre que son totalmente insensibles a los efectos de la testosterona. La prueba también afectará a las mujeres consideradas XY DSD, es decir, personas a las que asignan el género femenino al nacer pero que cuentan con testículos internos plenamente funcionales. Todo apunta a que este nuevo reglamento se aprobará en la próxima reunión del Consejo Mundial del Atletismo, que tendrá lugar a finales de marzo.
Hasta ahora, podían participar en las categorías femeninas aquellas mujeres trans que hubiesen comenzado su transición de suspensión hormonal antes de los 12 años y que mantuviesen unos niveles de testosterona en suero menores a 2,5 nanomoles por litro. Este criterio desaparecería, ya que según uno de los estudios en los que se basa la nueva norma, los tratamientos de suspensión hormonal “solo mitigan parcialmente la ventaja masculina en el atletismo”.
Otro de los estudios que han tenido en cuenta afirma que “la exposición a la testosterona da lugar a diferencias sexuales en la estatura, la envergadura, la pelvis y la arquitectura de las extremidades inferiores, es decir: en cómo se alinean los músculos del muslo con la rodilla”. El documento añadía que “estas diferencias corporales proporcionan una ventaja a las atletas XY, especialmente en determinadas pruebas, y que las diferencias no responden a la supresión de los niveles de testosterona en sangre”.
Este nuevo test recuerda a otras medidas de verificación de sexo realizadas anteriormente y que estigmatizaron a numerosas atletas. Desde organizaciones como Human Rights Watch, ya habían denunciado los abusos asociados a este tipo de prácticas.