Rodeado de lienzos, pinturas y pinceles, Antonio Monereo se ha pasado la vida dibujando. Desde bien pequeño ha sido un enamorado de la pintura, y se ha recorrido de arriba a abajo los museos más grandes de la capital. Tanto que, desde 2019, el Museo Del Prado se volvió su segundo hogar y se convirtió en uno de sus copistas, el más joven de todos ellos. Allí ha podido aprender de algunos de los artistas más grandes de todos los tiempos, gracias a sus lecciones transmitidas a través de cada una de sus pinceladas. Además, ha estudiado la carrera de Bellas Artes y, ahora, se ha lanzado a la de Historia del Arte para ampliar su formación.
El madrileño se ha pasado por nuestra redacción para contarnos sobre su experiencia como copista, su arte, el cual de define como clásico, y sus opiniones acerca del rumbo del arte. Además de su pasión por la pintura, es también un gran amante del cine y el arte drag, y se considera gran admirador de artistas como Sharonne.
REFUGIO

El pintor Antonio Monereo en Generación selfi.
«Nadie se sorprendió cuando dije que quería dedicarme a la pintura. Creo que ha sido algo muy natural, desde que soy pequeño he estado pintando y admirando la pintura. Iba mucho con mis padres a pasearme por el Museo del Prado y me encantaba todo lo que había ahí, de hecho fue lo que me acercó al arte. Recuerdo que cada vez que íbamos a un museo, al volver a casa, cogía un cuaderno que tenía y empezaba a pintar a gente con trajes de época, batallas, señoras así como muy tetonas… Me gustaba mucho versionar otras obras.
Siempre he estado ligado a la pintura y no podía imaginar otra cosa que no fuera hacer eso. Hubo algún momento en el que me plantearon estudiar Arquitectura porque parece que tiene más salidas, pero… no. Yo quiero hacer esto. Al final, la pintura ha sido mi refugio y mi lugar seguro, donde más a gusto me he sentido siendo yo. Conforme he ido creciendo, en la adolescencia, también me valía para reafirmarme y encontrar mi sitio. ‘¿Antonio? Ah, pues pinta’, me servía como validación”.
AUTOEXIGENCIA

Antonio Monereo en el Prado copiando un cuadro de Zurbarán.
«Soy mi propio enemigo y me autocastigo mucho. Disfruto del proceso y puedo pasar muchas horas pintando, pero luego cuando termino no me convence. Soy muy autoexigente y a veces siento la presión de demostrar algo porque mucha gente espera algo de ti y eso me provoca frustración. Había una frase de Truman Capote que decían en Todo sobre mi madre, que es ‘Cuando Dios te da un don, también te da un látigo’. Me autoflagelo bastante y he desechado cuadros por ello.
Cuando estaba en el Prado, a veces me preguntaba ‘¿Qué estoy haciendo yo aquí?’, pero a la vez me ayudaba estar rodeado de mucha gente porque recibía validación constante, y cuando yo creía que algo aún no estaba acabado o no estaba bien, la gente que pasaba por allí me decía lo contrario. Por eso disfruté mucho de ser copista, porque sentía que el cuadro ya estaba validado y lo mío era solo un ejercicio técnico. El estar rodeado de gente me ayuda a tener una visión externa del trabajo y relativizar”.
RELATO

La obra Santos, de 2024, de Antonio Monereo.
«Creo que los museos están haciendo un gran trabajo por reencontrarse con el público, pero es el propio público el que a veces se muestra más reticente en aceptar nuevas formas de expresión artística. Me encanta la labor de los comisarios de arte, por ejemplo, porque es muy importante la forma y el contexto en la que expones una obra.
Hace poco, el Prado hizo una exposición con varias obras con una mirada LGTBIQ+ por el WorldPride de 2017, y había una intención clara. No es lo mismo exponer un San Sebastián en una capilla que hacerlo en el Boyberry, le estás dando un significado muy distinto. A veces, manejar el relato es más importante que la imagen en sí, el cómo lo cuentas, y eso es algo que me interesa mucho. Es igual que la obra Fuente de Duchamp, que no deja de ser un urinario de porcelana en un museo; pero el simple hecho de colocar el urinario en el museo, en ese contexto y ese escenario, ya lo convierte en arte. Por eso es importante controlar el relato”.
PROYECCIÓN

El pintor Antonio Monereo en Generación selfi.
«Mi estilo es muy clásico y he aprendido mucho siendo copista, porque era como si el propio artista me estuviera dando una clase. Admiro mucho a Vermeer con cuadros como El arte de la pintura, y me encantaría robar todos esos cuadros pequeñitos que tiene y que me parecen fascinantes. Además, era un hombre que pintaba muy poco y no hay demasiada obra suya, lo cual hace que me atraiga aún más.
También me gustan mucho otros artistas más contemporáneos como Hockney, con toda su colección de piscinas, Guillermo Pérez Villalta o Tamara de Lempicka. También las películas de Pasolini, que a nivel visual me inspiran mucho, que eran como cuadros del Renacimiento y recurro mucho a ellas; o incluso el arte drag y esa idea de crear un personaje. Por ejemplo, admiro mucho a Sharonne, que me parece la drag perfecta, o a Ocaña, y esa visión de convertirse a sí mismo en parte de su obra.
Cuando pienso en mí mismo dentro de unos años, no pienso en un Antonio muy distinto del que soy ahora. No tengo la ambición de querer trascender, solo quiero poder vivir de mi pintura, estar a gusto haciendo lo que hago y exponer algún día mi obra… Con eso sería feliz”.

La obra Ascen y su nube, de 2023, de Antonio Monereo.

La obra Pablo sentado, de 2024, de Antonio Monereo.
PUEDES SABER MÁS DE ÉL Y CONOCER SUS OBRAS EN @a.monereo