A pesar de estar bajo el Gobierno ultraderechista de Georgia Meloni, Italia acaba de vivir un avance histórico en materia de derechos LGTBIQ+. El Tribunal Constitucional italiano emitió ayer una sentencia que permite que dos mujeres figuren como progenitoras en los certificados de nacimiento de sus hijos. Este fallo afecta a aquellas parejas lésbicas en las que una de las dos mujeres recurre a la fecundación asistida en el extranjero, ya que en Italia solo se les permite realizar esta técnica a parejas heterosexuales.
Hasta ahora, solo se reconocía como progenitora de estos niños a la madre gestante. Sin embargo, la decisión de este jueves considera inconstitucional que los registros municipales priven a los niños nacidos de padres del mismo sexo del reconocimiento tanto de la madre gestante como de la mujer que consintió en el embarazo asistido médicamente y asumió responsabilidades parentales.
El Tribunal Constitucional señala que la legislación actual “no garantiza el interés superior del menor” y vulnera el derecho del niño o niña a tener un estatus jurídico cierto y estable y a disfrutar de los derechos vinculados a la responsabilidad parental de una de las dos personas que lo han traído al mundo.
Con este fallo, el tribunal anula parte de una ley de 2004 que no permitía que las dos mujeres de una pareja del mismo sexo fueran inscritas como madres legales en el registro, incluso si ambas daban su consentimiento. Desde entonces, para que la madre no gestante tuviera derechos legales y responsabilidad sobre el niño, a menudo debía pasar por un proceso de “adopción”.
En 2023, el Ministerio de Interior italiano emitió una circular en la que bloqueaba este tipo de inscripciones. Como consecuencia de no estar legalmente reconocidas, las madres no gestantes, a las que el Estado italiano consideraba “fantasmas”, necesitaban autorizaciones especiales para acciones tan comunes como recoger a sus hijos del colegio, viajar con ellos, vacunarlos o llevarlos al médico.
Asociaciones LGTBIQ+ y oposición alaban la sentencia
Los activistas LGTBIQ+ italianos han celebrado la decisión del Tribunal Supremo y aseguran que “cambiará la vida de miles de familias”. La oposición también ha aplaudido el fallo y lo define como una “victoria histórica que marca un enorme avance en los derechos civiles del país”.