Nuestro colaborador habitual Iván Soldo inaugura otra vez una nueva exposición coincidiendo con el mes del Orgullo LGTBIQ+. Esta se titula Body of Work, y se puede visitar hasta el 15 de julio en el hotel Ocean Drive Madrid.
«En esta serie de ilustraciones he querido poner el énfasis en el culto al cuerpo y el rol de los hombres homosexuales en el deporte«, explica Iván Soldo. ‘Dudo que solo haya un gay en el terreno de juego. Tenemos que conseguir que ya no haya tabúes ni vergüenza’ fueron unas declaraciones de Antoine Dupont, el jugador de rugby francés, para la revista Têtu, que me inspiraron para esta muestra».
Continúa explicando Soldo: «Detrás de estas siluetas atléticas contextualizadas en distintas disciplinas del deporte como la halterofilia o el boxeo, interpreto el concepto del orgullo LGTBIQ+, centrado en hombres, como el manifiesto de una masculinidad que, a pesar de ser construida según los cánones heteronormativos, desmonta todos los clichés preconcebidos sobre la virilidad y son para mí una representación de la superación y de la lucha».
El artista ha querido dar en Body Of Work una respuesta al fenómeno de la masculinidad tóxica que sigue tan presente, desgraciadamente, y apuesta por una masculinidad combativa «al servicio de la libertad, el amor y la inclusividad».
Sobre sus fuentes de inspiración, confiesa: «Me he inspirado en la estética propagandística del deporte de principios del siglo XX y en la estética homoerótica mitificada por fotógrafos como Bruce Weber y Herb Ritts, que tanto ayudaron a visibilizar a la comunidad gay a principios de los años noventa».
También ha querido apostar por dar visibilidad a la comunidad trans retratando a Bambi y Coccinelle («auténticas precursoras de la visibilidad trans y que se realizaron su vaginoplastia en la clínica del mítico cirujano Doctor Burou en la ciudad de Casablanca, en la que nací, me crie y a la que amo»). Finalmente, ha incluido retratos de la actriz y humorista Sandra Bernhard («firme defensora de la comunidad LGTBIQ+, cuya película Without You I Am Nothing recomiendo siempre») y, cómo no, de su venerada Madonna («en su faceta más poderosa, la Madonna runner que, con el rigor de una atleta, exhibía su orgullo arrollador allá donde iba, inspirando a distintas generaciones de hombres y mujeres a la hora de reinventarse ante las adversidades de la vida«).
