Con 18 años, Charlie Erroz, poeta y dramaturgo no binario, se mudó a Madrid para estudiar en la RESAD. Allí, además de encontrar un escenario sobre el que contar historias queer, creó una red de amigues fundamental en su vida.
Acaba de estrenar su primera obra, Todo lo que nunca, que volverá a presentar en Madrid el próximo mes de septiembre. Pero además de teatro, Charlie Erroz escribe poesía, que publica en su Instagram. En esta red social también ha encontrado un espacio donde compartir su transición y ayudarse mutuamente con otras personas trans. Nos cuenta su historia en Generación Selfi.
Referentes
«Recuerdo que de adolescente veía muchos vídeos de YouTube de hombres trans que contaban su transición. Es verdad que no terminaba de sentirme identificade, pero me daba cierta tranquilidad escucharles y ver cómo iban cambiando su cuerpo con la testo. Ese fue mi primer contacto con lo trans, pero recuerdo pensar ‘no soy una mujer, tampoco soy un hombre, pero no quiero estar en el medio’. Hasta que un día descubrí a Chella Man, un artista no binarie de Nueva York; por primera vez vi a una persona transmasculina que utilizaba el neutro y pensé ‘quiero ser como elle’. Fue mi primer referente no binarie».
Red de apoyo
«Irme de Guadalajara fue la mejor decisión de mi vida. Al salir del armario como persona no binaria me di cuenta de que mi entorno no era nada seguro para las personas disidentes; cuando cumplí 18 años me fui a Madrid para estudiar Dramaturgia, y ahí encontré mi lugar seguro. Poco a poco fui creando mi propia red de apoyo con gente queer, y es lo mejor que me ha pasado.
Yo nunca había tenido amigues trans, y aunque al principio sentía que no merecía estar ahí, me enseñaron que la vida podía ser mucho más chula de lo que yo creía. Al final, en redes sociales te sientes acompañade, pero la soledad se cura dándote abrazos. También tengo que admitir que estoy totalmente enamorade de mis amigues, y eso me encanta».
Poner el cuerpo
«En mi primer año en la RESAD, participé en la obra Gender Reveal Party, que nos cambió la vida tanto a mí como al resto del equipo. Huga, la directora, tuvo la idea de hacer teatro-documento sobre vidas de personas trans contado por personas trans, y eso me parece fundamental.
Al igual que se critica cuando un señor cishetero cuenta una historia de bolleras porque las sexualiza y no se acerca a su realidad, con lo trans pasa lo mismo. Siento que la ficción suele tratar las historias protagonizadas por trans desde un lugar ajeno a sus vivencias. Por eso me parece importante que sean las personas que encarnan esa disidencia las que pongan el cuerpo para hablar de ello: eso es política y es teatro a la vez”.
Una tragedia queer
«El primer fin de semana de septiembre, representaremos en Nave 73 Todo lo que nunca, una tragedia rural queer que he escrito en estos últimos meses. La obra habla de todas las vidas que nunca se han vivido del todo, y de cómo las personas que compartimos disidencia con gente que se ha ido por culpa de la violencia nos vemos, de alguna manera, con la obligación o con el regalo de vivir esas vidas y continuarlas. Es un homenaje a las madres trans, un retrato de las familias queer y, sobre todo, un recordatorio de que existen y serán recordades».
Poesía trans
«Es verdad que mi poesía bebe mucho de mi vivencia como persona trans, pero creo que, en general, la poesía es trans. Al final, siempre se habla de escapar del cuerpo, de no ser nada de lo que están viendo y estar encerrado. Y luego también se escribe sobre acceder al cuerpo, tanto al tuyo propio como al ajeno, desde un lugar muy rebelde y retorcido. Así que sí, yo no sé escribir desde otro lugar porque soy trans, pero es que, además, lo trans es muy poético».
Infancias trans
«También trabajo de monitore en campamentos para menores trans, y si algo saco en claro de esta experiencia es que les niñes trans lo que necesitan es tener amigues trans y tener espacios seguros donde ir a la piscina, quitarse la camiseta, quitarse el binder o ponérselo, echarse su primer novie sin que ser trans sea algo importante, enamorarse, desenamorarse… En definitiva, ser lo que les apetezca.
Por eso es importante hacer espacios seguros y habitables para todas las disidencias, más allá de lo trans, que sean interseccionales, porque lo trans también puede ser discapacitade, racializado, loque… En general, creo que es importante que todes les peques tengan acceso a este tipo de espacios«.