‘El Orgullo de quererte’: Chueca sube a escena con un romance gay en una nueva zarzuela en los Teatros del Canal

Javier Carmena estrenó la primera zarzuela de temática LGTBIQ+ de la historia, ambientada en el Orgullo de Madrid. Chueca, la plaza, que no el compositor, es el centro de una obra de la que Federico Chueca estaría orgulloso, pues recupera la mejor tradición del género.

Santiago Ballerini (Tadeo) y Germán Olvera (Alonso) en una escena de 'El Orgullo de quererte' que se acaba de estrenar en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid y es una coproducción de Madrid Cultura y Turismo, Fundación ORCAM y Auditorio de Tenerife. Foto: Pablo Lorente.
Santiago Ballerini (Tadeo) y Germán Olvera (Alonso) en una escena de 'El Orgullo de quererte' que se acaba de estrenar en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid y es una coproducción de Madrid Cultura y Turismo, Fundación ORCAM y Auditorio de Tenerife. Foto: Pablo Lorente.
Nacho Fresno

Nacho Fresno

Plumilla poliédrico -escondido tras una copa de dry martini- que intenta contar lo que ocurre en un mundo más absurdo que random.

11 septiembre, 2025
Se lee en 7 minutos

Temas: , , , , , ,

Con El orgullo de quererte, Javier Carmena regresa la zarzuela grande en todo su esplendor. Como en la época dorada. Y llega tras unos años, demasiados, de onanismo cultural en los que se han estrenado ¿zarzuelas? compuestas a espaldas de las ‘normas’ básicas del género. Y no, sus creadores no lo han hecho con la idea de ser transgresores y de romper con esas ‘normas’ para revolucionar la tradición –que sería lo ideal, como en su momento fueron los grandes compositores de los años dorados– sino regresando a ese concepto decimonónico (y fallido) de apostar por lo que entonces se denominó ‘opera española’. Quizá la también espléndida Trato de favor, de Lucas Vidal, estrenada en el Teatro de La Zarzuela en 2023, ha sido la única excepción a esos tediosos años de obras aburridas que nunca han vuelto a subir a escena y que, por pretenciosas, duermen ese merecido sueño del olvido del que, esperemos, nunca despierten.

El género de la zarzuela, nuestro patrimonio lírico, tiene ese problema: no se estrenan obras que conecten con el público, y se sigue viviendo de las rentas de ese periodo glorioso que fue la segunda mitad del XIX y las primeras décadas del XX, unos años que nos han dejado verdaderas obras maestras. Es aquí donde radica el éxito de El orgullo de quererte: entronca con esa tradición, pero con herramientas actuales. Además, es la primera zarzuela de la historia con temática LGTBIQ+ explícita (hay muchas obras que la tienen encubierta), pues narra la historia de Tadeo, un chico gay que llega a Madrid, vive su primer Orgullo y se enamora de Alonso al que conoce en plena Plaza de Chueca. Dos chicos gais que viven un amor apasionado en una verbena, la del Orgullo, pues esta fiesta es hoy a la ciudad lo que la verbena de la Paloma era a finales del XIX: una cita imprescindible.

Serán muchos los que digan, como crítica, que Carmena compone como si fuera de otra época. Falso. Los interludios, muchos de los pasacalles o el final del segundo acto (espléndido y riquísimo sexteto de todos los protagonistas con coro final) desarman ese argumento. El preludio del tercer acto que precede a una preciosa romanza es otro ejemplo de ello. La partitura, espléndida de principio a fin, mantiene todas las normas de la zarzuela grande de tres actos (romanzas, dúos, tercetos, sextetos, coros), y bebe, como han hecho todas las obras clásicas del género, de las músicas populares. Pero esos ritmos están traídos al presente, como en su momento estaban actualizados los de los títulos que hoy son de repertorio. La noche del estreno se saldó con un grandísimo éxito en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal.

'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la comunidad de Madrid. Foto: Foto: Pablo Lorente.

El orgullo de quererte, de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.

Por todo ello, entronca con la gran tradición. Pero no solo es una obra de 2025 en el argumento; aún suena extraño escuchar una romanza, como la primera de Tadeo en el primer acto, en la que un tenor canta un “no sé qué es lo que siento” por un barítono, que es la tesitura del papel de Alonso. También lo es por una partitura que, lejos de ser un pastiche rememorando chotis, ritmos de fox trot o pasacalles como los de Luisa Fernanda o Doña Francisquita, es una obra riquísima en sonidos actuales, entrelazados, y mantiene no solo una estructura tradicional sino, y esto es muy importante, la atención del espectador. Esto último sí que es actual, y revolucionario, tras tantos años de aburrimiento en las salas.

A todo ello se une una espléndida interpretación por parte de la Orquesta de la Comunidad de Madrid, dirigida con brío, pasión y ternura por una mujer, la mexicana Alondra de la Parra, en un terreno habitualmente copado por batutas masculinas. ¡Bravo, maestra! El Coro de la Comunidad de Madrid, soberbio en las riquísimas partes corales compuestas por Carmena, es la segunda pata fundamental para el éxito de este estreno, que es una coproducción de Madrid Cultura y Turismo, Fundación ORCAM y Auditorio de Tenerife.

La tercera pata, imprescindible para que este barco llegue a tan buen puerto, es el reparto: compacto y equilibrado, algo muy necesario en una obra que, pese a que hay cuatro personajes claramente principales, es muy coral. Estamos acostumbrados a que en zarzuelas y óperas los papeles suelan repartirse así: soprano buena que se enfrenta a un barítono terrible, frente a un enamorado y dulce tenor, normalmente con una mezzo por medio que suele hacer la vida imposible a todo el mundo. Aquí, en este romance gay, el joven y tierno Tadeo es un papel para tenor que Santiago Ballerini borda; es un bombón de personaje, y en su voz e interpretación crece de principio a fin de forma sublime.

Primera zarzuela de temática LGTBIQ+

Alonso, su enamorado, es un papel para barítono; Germán Olvera, rotundo en voz y en presencia escénica, es perfecto para un malo que igual no lo es tanto. Porque aquí el papel de ‘marica mala’ (que lejos de ser un tópico, un estereotipo, es como las meigas, haberlas, haylas… y muchas) es para otro tenor. En este caso, el personaje de P.J., al que da vida un Enrique Viana que lleva el peso de la narración, tarea nada fácil para una obra que no es tan sencilla como muchos podrían pensar. Viana, que ha mamado la zarzuela desde niño como espectador, y que siempre ha intentando relanzarla y reinventarla como tenor y director, sabe lo que hace, y en esta obra lo hace muy bien.

'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la comunidad de Madrid. Foto: Foto: Pablo Lorente.

El orgullo de quererte, de Javier Carmena, se acaba de estrenar en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, y es un romance gay en el Orgullo. Foto: Foto: Pablo Lorente.

La Petri, otro de los papeles importantes de la obra, personaje que es el gran apoyo de Tadeo en sus momentos complicados, es otro papel de soprano. Una mujer trasnochada de Chueca, ya de vuelta de todo, con unas complicadas romanzas que Berna Perles Sancho borda. Y luego está el trío de lujo formado por dos sopranos y una mezzo: las mariliendres Mari Cruz, Mari Trini y Mari Paz (estupendas María Rey-Joly, Mar Morán y Andrea Rey). Todos estos personajes están barnizados por un casticismo que nos lleva a La revoltosa o a Agua, azucarillos y aguardiente, obras maestras del género chico, o a La del manojo de rosas, que en pleno Madrid republicano de 1934 reinventó la zarzuela grande.

Ver galería

Santiago Ballerini (Tadeo) y Germán Olvera (Alonso) en una escena de 'El orgullo de quererte', que se acaba de estrenar en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.Santiago Ballerini (Tadeo) y Germán Olvera (Alonso) en una escena de 'El orgullo de quererte', que se acaba de estrenar en la Sala Roja Concha Velasco de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. Albert Boadella es el director de escena de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.Albert Boadella es el director de escena de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. El equipo al completo de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.El equipo al completo de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. Alondra de la Parra es la directora musica de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.Alondra de la Parra es la directora musica de 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente. 'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.'El orgullo de quererte', de Javier Carmena, en los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid. Foto: Pablo Lorente.

El libreto de Felipe Nieto toca todos los palos y los tópicos, que igual no son tales, del mundo gay en este “romance madrileño en tres actos”, que así lo bautizaron los autores en la más pura línea de la tradición zarzuelística, que no zarzuelera que siempre se usa como término despectivo. P.J. es un personaje que viene del futuro para recordar como era el Orgullo de 2025.

En ese Orgullo hay diversión, reivindicación, infidelidades y fiesta en un Chueca un tanto desdibujado, quizá demasiado, en la escena… Pero también hay droga, miedo a estar estigmatizado por el VIH, relaciones de sometimiento del fuerte al débil. Pero, ¿es que no hay también drogas, cuernos, ETS en las supuestamente heterosexuales cenas de Navidad de empresa? ¿No hay relaciones en las que las mujeres están bajo el poder de hombres que las dominan?

Es en este aspecto en el que la puesta en escena de Albert Boadella, que igual al principio choca por sobria y fría, se entiende mejor. El director catalán limpia su propuesta de tópicos. Eso, por un lado, quizá resta ritmo a la partitura, pero por otro, enriquece el que se piense que un romance gay (¿con final feliz?) es exactamente igual que un romance hetero (sea cual sea el final, feliz o triste). Las espléndidas coreografías Sara Cano nos llevan a esa Chueca que igual nos roba la escena.

Que un pasacalle al más puro estilo de las grandes zarzuelas en donde el coro canta “bienvenidos al Orgullo de Madrid” nos recuerde al famoso “yo no quiero querer a un chispero que diga, embustero, palabras de amor” de La calesera, o que una soprano cante a un tenor “quién es el tío más pinturero” vendiéndole a un chulazo que se acaba de encontrar en la plaza de Chueca, es una maravilla. Que Carmena haya compuesto una zarzuela actual que entronque con los grandes clásicos de la zarzuela grande, un orgullo. Ojalá cunda el ejemplo.

Shangay Nº 577
Portada de la revista Anuario 2024
  • Agosto 225
Shangay Voyager Nº 43
Portada de la revista Shangay Voyager 43
Anuario 2024
Portada de la revista Anuario 2024
  • Diciembre 2024