Con motivo del Día Internacional de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y Más denuncia que casi el 70% de las personas LGTBIQ+ que han sido víctimas de agresiones físicas o verbales en el último año siente malestar emocional.
Estos datos se han extraído del informe Estado del Odio LGTBI+ 2025, elaborado por la FELGTBI+, que también revela que, de las personas LGTBIQ+ agredidas, más de una de cada cuatro declara sentir ese malestar casi siempre.
Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, recuerda que “el pasado mayo ya informamos de un incremento de las agresiones con respecto al año anterior y presentamos una estimación de unas 812.000 personas agredidas solo en 2024”. Y continúa: “Hoy alertamos, por tanto, de que habría más de medio millón de personas LGTBIQ+ con secuelas en salud mental solo debido a las agresiones del último año. Esto debe acabarse ya”.
Afirma Iglesias también: «Es evidente que cualquier exposición al odio LGTBIfóbico afecta al estado emocional. Este informe evidencia la relación directa entre ser víctima de odio y ver afectada la salud emocional. Y es que, la situación permanente de estado depresivo se duplica en las víctimas de acoso o agresión física con respecto al total de la población”.
Es por eso que la presidenta de la FELGTBI+ reclama la aprobación urgente de un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables. “Los discursos son la causa, y la violencia, la consecuencia”, defiende. “Pedimos celeridad en su aprobación, puesto que de las medidas que incluya dependerán literalmente la vida y la salud, tanto física como mental, de miles de personas”.
Por otra parte, el coordinador de Salud Integral de la Federación Estatal LGTBI+, Toni Martí, explica que “los índices de suicidio entre la población LGTBIQ+ son más elevados debido a las numerosas situaciones de discriminación y violencia a las que estamos expuestas en nuestro día a día”. Y añade: “Por ello, es fundamental que se realice un seguimiento en atención psicoemocional a las víctimas de violencia LGTBIfóbica y se incrementen los recursos en la sanidad pública, porque no todo el mundo puede acceder a la atención privada”.