Es difícil entender una realidad cuando no se conoce o no se habla lo suficiente de ella. Durante décadas, las personas trans se han visto obligadas a hacerse un hueco en la sociedad a patadas, peleando contra viento y marea para que sus historias fueran escuchadas y entendidas. Años de lucha que les han llevado a conseguir visibilidad, respeto y derechos. Sin embargo, los discursos de odio vuelven a señalar a la comunidad trans, a cuestionar su existencia y poner en tela de juicio todo lo que han conseguido.
Por eso, es importante que surjan proyectos como Transparentes, un documental dirigido por Joel Ramírez (Narcas: mujeres tras la droga) y una producción de La Caña Sisters en colaboración con Rebeldocs, en el que aparecen hombres y mujeres trans de toda España, y que les da el espacio para que puedan contar su historia y se les pueda escuchar de una vez.
«En Transparentes aparecen trece personas con todo tipo de historias, de diferentes clases sociales, desde una teniente del ejército a otra que trabaja en un banco. Es un documental que, de alguna manera, va a normalizar la situación de las personas trans, y para aquellos que tengan dudas, vean que son personas como tú y como yo», explica el cineasta. «Para mí ha sido un gran aprendizaje, siempre he tenido muy cerca al colectivo LGTBIQ+, pero con el documental he recibido una master class sobre género, sobre los importancia de los pronombres, sobre transición… He aprendido muchísimo. Y contar con gente como Carla Antonelli, que nos ha ayudado mucho, ha sido una maravilla, porque hemos podido darles el lugar que merecen para que se puedan abrir y nos cuenten sus historias: Salma, Eva, Lucas, Alicia, Estrella, Alexia…».
«Falta mucho apoyo por parte de las instituciones para que aparezcan más proyectos como este. Nosotros lo hemos hecho a pulmón y siento que hay miedo de producir documentales como Transparentes por el prejuicio. Si queremos acabar con los prejuicios solo podemos hacer una cosa: escuchar a las protagonistas, que nos hablen de su historia y conocerlas en primera persona. Ya basta de que los demás opinen y hablen por ellas, o que se le dé voz a gente que solo quiere hacer daño al colectivo», sentencia Ramírez.

Joel Ramírez, director de Transparentes.
Mano a mano, junto a Joel Ramírez, está Raúl Jiménez, director de fotografía de la película y que ha vivido desde el principio todo el proceso de creación del proyecto: «Me parece muy importante y necesario que la gente vea este documental para observar la realidad de la gente que nos rodea, y poder así abrir la mente de muchas personas que siguen cerradas. Además, técnicamente quisimos hacer una película sin artificio, natural, para centrar toda la atención en los testimonios de las personas que aparecen», cuenta.
Pero sobre todo, señala la labor tan necesaria que va a hacer la película: «Para mí ha sido un proyecto muy especial por todo el aprendizaje que me llevo. Me ha despejado cualquier duda que podía tener sobre las personas trans y me encantaría que lo mismo pasara con el público que lo vea. Que aprenda que el género es un constructo social, que una cosa es el sexo biológico y otra cosa el género. A muchas personas les va a cambiar su visión«.
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Familias en transición
Entre las protagonistas de Transparentes se encuentra Eva Pascual, con la que hemos hablado. Es una arquitecta afincada en las Islas Canarias que, desde que su hijo comenzó la transición siendo un niño, comenzó –junto al resto de su familia– a hacerla con él. Ahora su hijo es ya un adolescente, y Eva sigue luchando por los derechos de su hijo a través de la sensibilización y asociaciones LGTBIQ+ como Chrysallis, que ayudan a visibilizar a la comunidad trans.
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«Como madre, yo también he tenido que transicionar, y no ha sido un proceso fácil porque no hay información, hay que buscarla, hay que pedir ayuda y hay que deconstruirse, porque la sociedad no nos ha educado para esto. Yo elegí ser mamá y la vida me plantó esta maternidad, y solo tuve que aferrarme a ella y luchar por mi hijo. Algo que para mí fue muy importante, fue descubrir la inocencia de los niños, cómo los más pequeños fueron capaces de comprender y ver con total naturalidad la transición de mi hijo y eran en los adultos donde estaban los prejuicios y el desconocimiento», nos cuenta.
En su activismo, Eva tiene claro que lo importante es escuchar a los más pequeños y no dejar nunca de darles la mano en todo el largo camino que se emprende durante la transición: «Si este documental sirve de algo, que sea para que podamos ser capaces de desprendernos del ego, del adultocentrismo, que creemos que los adultos tenemos toda la razón, y tenemos que escuchar a las infancias trans, que se conocen mejor que nadie porque es su propia identidad la que está hablando. Y si eres un papá o una mamá que está viviendo esto en tus carnes, escucha a tu hije, busca ayuda e información, y haz todo lo posible por acompañarle en la transición. Eso es lo más importante».
Por historias como la de Eva, Transparentes es una película imprescindible, que ayuda a dar voz y visibilidad a la historias de millones de personas que luchan cada día por mostrar al mundo quiénes son.