Eduardo Casanova estrena en el Día Mundial del Sida 'Silencio': "Romperlo acabaría con el estigma"

Temas: Entrevista, Televisión, VIH

No es casual que Movistar Plus+ estrene Silencio, la miniserie de Eduardo Casanova, un 1 de diciembre. En el Día Mundial de la Lucha contra el VIH/sida, llega esta propuesta del polifacético artista que, una vez más, no deja indiferente.

Silencio está protagonizada por Ana Polvorosa –imprescindible en los proyectos de Eduardo Casanova–, Lucía Diez, María León, Mariola Fuentes, Leticia Dolera, Omar Ayuso, y Carolina Rubio. «Un elenco soñado», afirma el director.

En Silencio, Eduardo Casanova refuerza sus señas de identidad como creador, y vuelve a hablar de personajes en los márgenes de una manera transgresora y visualmente apabullante, con una historia situada en dos épocas con algo en común, una pandemia: la de la peste bubónica en el siglo XIV y la del sida en el XX. Con vampiras en el centro de la acción y un mensaje claro y contundente, que se mantiene vivo: «silencio = muerte».

SHANGAY ⇒ ¿Por qué has querido hablar de ese silencio que tanto pesa?
EDUARDO CASANOVA ⇒ El silencio es algo complejo. Desde que comencé a colaborar con Apoyo Positivo, que de alguna forma han sido las impulsoras de este proyecto, tuvimos claro que era fundamental hablar de romper el silencio, que conllevaría acabar con el estigma y, de alguna forma, acabar con la pandemia del VIH en la actualidad.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué sigue tan presente ese silencio?
EDUARDO CASANOVA ⇒ El VIH a día de hoy no mata. El VIH es intransmisible, y ya no puedes llegar a tener sida cuando tomas la medicación, que la toma todo el mundo que es seropositivo. Lo que sí mata es el silencio. Cuando cuando empezó la pandemia del VIH/sida y la gente no tenía medicación, y gracias a que rompieron ese silencio porque se estaban muriendo, llegó la medicación, que salvó a muchísimas gente. Pero salva vidas físicas, no salva vidas mentales, porque el silencio te condena a un ostracismo y a vivir en una cárcel de color rosa horrible.

SHANGAY ⇒ Como siempre, buscas el color en momentos de oscuridad tremenda… ¿Por qué buscas siempre la belleza en los márgenes?
EDUARDO CASANOVA ⇒ Porque entiendo la belleza de una forma –creo– que un poco diferente a la norma. En los márgenes hay color, y con color las cosas entran muchísimo mejor. El Día Mundial de la Lucha contra el VIH/Sida, cuando se estrena Silencio, todo el mundo lleva un lacito rojo; pero no hay que olvidar que cuando empezó la pandemia, los primeros activistas y las primeras activistas del VIH o sida utilizaban un triángulo de color rosa como símbolo de su lucha. Por eso a la pandemia del sida en los inicios se la llamaba «la peste rosa». Odio el color rojo, y devolverle un color que es menos agresivo a la pandemia también tiene un sentido metafórico, sirve para darle una mayor luz, la que necesita [esta historia].

SHANGAY ⇒ Tiene todo el sentido que se haya estrenado el 1 de diciembre…
EDUARDO CASANOVA ⇒ Era el día perfecto para hacerlo. Hay fechas muy señaladas en que se reivindican cosas muy necesarias para los derechos humanos: el 8 de marzo, el 28 de junio… Siento que mucha gente no sabe qué se celebra el 1 de diciembre (aunque no creo que sea un día de celebración, en realidad). Es muy generoso por parte de Movistar Plus+, porque implica ofrecerles este gesto a las personas con VIH y a la memoria de las personas que que vivieron y murieron con sida esta serie.

SHANGAY ⇒ Qué maravilla que las protagonistas sean mujeres, y la mayoría, además, vampiras…
EDUARDO CASANOVA ⇒ Siempre había querido hablar de vampiros. Pero no de hombres, porque lo tenemos muy visto en el imaginario colectivo.