Como bien hablamos en la primera parte de este artículo, una de las cosas buenas que tiene la práctica del ayuno intermitente es que podemos hacerlo cuando y donde queramos.
No requiere ningún tipo de coste económico adicional y, aunque parezca una obviedad, es tan simple como no comer. Eso siempre hay que hacerlo correctamente y con el seguimiento de un profesional.
¿Cómo nos puede afectar en nuestra vida diaria?
No podemos permitir que el ayuno intermitente se apodere de nuestro día a día. El ayuno se debe adaptar a nuestra vida, no ser nosotros los que nos adaptemos a él. No deben existir días de ayunos fijos, por lo que se pueden mover en la semana y adaptarlo a nuestra agenda, de esta manera podremos mantener una vida social normal.
Las dudas más comunes al empezar con el ayuno son:
¿Qué debo hacer cuando tenga hambre?
Existen trucos para matar el apetito en los días de ayuno, que es cuando más lo notaremos. Simplemente hay que tomar bebidas sin calorías como agua, té e infusiones. Hay que tener en cuenta que es un proceso de adaptación y al principio nos costará.
¿Cuándo es el mejor momento del día para hacer el ayuno?
Si queremos hacer el ayuno y que no nos suponga mucho esfuerzo, podemos elegir el momento del día en el que no comemos, por ejemplo por la noche. Ejemplo: cenamos a las 21:00 y desayunamos a las 9:00, y ¡voila! Han pasado las 12h ¡Reto conseguido!
¿Puedo hacer deporte en el periodo de ayuno?
Se aconseja descansar y evitar las actividades extenuantes, solamente las prácticas deportivas ligeras como andar o hacer yoga.
¿Hay que hacer algún tipo de dieta mientras hacemos ayuno?
Es muy importante que siempre que se haga un ayuno se haga partiendo de tener una dieta complementaria, pues existe el riesgo de no comer suficientes nutrientes, como la fibra, lo que implica la posibilidad de aumentar el riesgo de cáncer.
Recomendaciones importantes
1. Aquellas personas con diabetes, tensión alta, embarazadas, personas que están tomando medicamentos, estén en periodo de lactancia… SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, deben consultar con un médico o un nutricionista profesional antes de cambiar sus hábitos alimentarios. Podría no ser aconsejable la práctica de este.
2. Tras un día de ayuno es bueno comer alimentos con alto contenido de fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes para que los niveles de azúcar en la sangre se mantengan bien y evitar deficiencias de nutrientes.
3. Y por supuesto, y creo que sobra decirlo, hay que evitar atiborrarse de grasas saturadas, alimentos con azúcar añadida y exceso de carbohidratos al salir del ayuno, sino estaremos haciendo un trabajo en vano.