El exorcismo es un conjuro contra el demonio, según la religión católica. Ahora son los radicales islámicos quienes ven que ‘el demonio’ está en las personas LGTBI, y pretenden legalizar los exorcismos en Indonesia.
Según publica El País, un portavoz de Human Rights Watch (HRW) asegura que este tipo de exorcismos son una práctica habitual, y en aumento, en Indonesia. Allí hay más de 200 millones de musulmanes. Según dicho periódico, «este es el país del mundo con más seguidores de esta religión, pero las creencias tribales animistas y chamanistas tradicionales se han incorporado a la identidad cultural y religiosa en todo el archipiélago. Los exorcismos se utilizan desde hace mucho tiempo para abordar las enfermedades mentales y limpiar las aldeas de supuestas apariciones de espíritus malignos, por ejemplo».
Pero esta barbaridad podría tener una cobertura legal, porque han presentado un proyecto de ley. En caso de salir adelante, siempre según El País, «obligaría a las personas homosexuales y transexuales a someterse a una rehabilitación para ser curadas con estas técnicas y otros tratamientos de conversión. Indonesia estaría persiguiendo la libertad sexual y de género pese a que las relaciones sexuales adultas, siempre y cuando fueran consentidas, hasta ahora eran vistas como un asunto privado».
Recientemente, los conservadores islámicos han presentado un nuevo proyecto de ley llamado Resiliencia familiar que, de aprobarse, obligaría a las personas homosexuales y transexuales a someterse a una rehabilitación para ser curadas con estas técnicas y otros tratamientos de conversión. Así, el país estaría persiguiendo la libertad sexual y de género pese a que las relaciones sexuales adultas, siempre y cuando fueran consentidas, eran vistas hasta ahora como un asunto privado.
Una vez más, la comunidad trans es la más perseguida, y está en el punto de mira de estos radicales. En Indonesia la homosexualidad no está legalmente perseguida, pero ello no impide que estas barbaridades se puedan llevar a cabo. Sin embargo, en la provincia de Aceh, en el extremo norte de la isla de Sumatra, sometida a la ley islámica, se castiga con latigazos públicos las relaciones homosexuales.
#StopLGTBIfobia.