La aseguradora Willis Towers Watson (WTW) aboga por una cultura laboral no discriminatoria hacia las personas LGTBI+. Alexis tenía 31 años, un título de abogado obtenido a base de esfuerzo y una carrera profesional que comenzaba a despegar. Pero fue despedido de su empresa por ser gay.
Después de concluir sus estudios, y tras varios empleos precarios, por fin había encontrado una compañía aseguradora en la que desarrollarse. Pero sus sueños se toparon con la realidad el mismo día que ‘se permitió el lujo’ de salir del armario. A partir de entonces, comenzó a sufrir el aislamiento, las miradas y los cuchicheos de sus compañeros, lo que derivó en una invitación a abandonar la empresa. “Los días de trabajo se volvían extenuantes y, de pronto, alegando problemas de organización, me invitaron a retirarme. Creo que fui despedido por esa razón, obviamente de modo encubierto”, nos dice Alexis.
El problema de Alexis no era la falta de competencias o la inexperiencia, sino haberse declarado homosexual con alguno de sus compañeros más cercanos. Aunque nunca fue diana de golpes, escupitajos o insultos, sí lo fue de una homofobia más callada, más indirecta y menos reprochable, que te pide que lo que hagas con tu vida personal te lo quedes para ti, en lo privado, sin molestar. “Somos quienes somos y no podemos ser unos en el trabajo y otros en casa”, reivindica, aunque haya tenido que pagar el precio de ser uno mismo con su propio pan.
Su caso no es el único, claro. Actualmente, siete de cada diez personas LGTBI+ en España ‘vuelve al armario’ cada día en su trabajo. Y no lo hace de forma libre, porque quiera, sino para evitar chistes, comentarios negativos, burlas o insultos. También para impedir que su condición sexual o identidad de género frustre ascensos o subidas salariales o para no perder directamente el empleo, según explica el Proyecto ADIM elaborado por los Gobiernos de España y Portugal y por la UCM. “Ser ‘el raro’ te aísla de un equipo de trabajo, de tus compañeros, y te limita en tu crecimiento. Pero aun creciendo, no terminas de ser auténtico”, reconoce Alexis, que se ha tenido que esforzar “más que otro colega heterosexual para lograr el mismo reconocimiento”.
Alexis es hoy parte del Comité de Inclusión y Diversidad en España de Willis Towers Watson, la multinacional británica de gestión de riesgos, corretaje de seguros y asesoría. Nacida en 1828, tiene entre sus objetivos “aumentar el nivel de diversidad general en los puestos de liderazgo, incluido el número de mujeres, y promover una cultura inclusiva en la que se respeten las diferencias y se celebre lo que hace único a cada uno” de sus empleados, reza la compañía.
“Cada vez más empresas se suman a incluir en sus políticas laborales la inclusión y la diversidad como parte de sus principios. Es necesario que esto se implemente en la práctica”, reclama Alexis, especialmente “donde los ambientes de trabajo son mucho más hostiles que una oficina”, como las “fábricas metalúrgicas, automotrices, etc”. Son espacios “donde debemos involucrarnos y generar todo tipo de formaciones para que todos se sientan libres de ser quienes son y expresar lo que deseen”, asegura.
Julie Coles, fundadora de la Red de Empleados LGBTI en Europa de Willis Towers Watson, explica que “en la Unión Europea, el 43% de las personas LGTBI ha experimentado discriminación homofóbica en el trabajo a causa de su orientación sexual y/o identidad de género. Aunque muchos países no tienen implementadas leyes laborales antidiscriminatorias adecuadas, las compañías pueden y deben ser proactivas transmitiendo a sus empleados el mensaje de protección a través de sus políticas y otras acciones internas”.
Y es que, “tener políticas concretas permite a las organizaciones atraer talentos LGTBI+ que buscan oportunidades profesionales basadas en su potencial, formación y habilidades, y ser referente como empresas que brindan la libertad y el espacio para que las personas sean ellas mismas en el trabajo sin temor a represalias”, continúa.
Por eso, Willis Towers Watson insta a las compañías a crear una cultura corporativa no discriminatoria, sólida, que se apoye en políticas integradoras, favorezca el desarrollo profesional y potencie la innovación que surge de la diversidad de criterios y de pensamiento a todos los niveles. Se trata de “proporcionar a sus plantillas la confianza de que ninguna persona será juzgada, discriminada ni tratada de manera diferente en función de su orientación sexual o de su identidad de género”, apostilla Julie Coles.
No poder ser uno mismo en el trabajo implica que es necesario callar, aguantar y mentir. Como decía Harvey Milk, “we’re no longer gonna stay quietly in the closet” (no vamos a quedarnos callados en el armario) hasta que se deje de discriminar a las personas LGTB+ por su orientación sexual o identidad de género.
Willis Towers Watson es miembro corporativo de myGwork
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