Es la mujer del momento. Su nombre está de plena actualidad porque Isabel Torres da vida a Cristina Ortiz en la última etapa de su vida en Veneno, la serie de Los Javis que no para de cosechar parabienes, entre ellos un Premio Ondas a mejor intérprete femenina junto a sus compañeras Daniela Santiago y Jedet en la edición número 67 de los prestigiosos galardones organizados por Radio Barcelona. El pasado domingo 25 de octubre pudimos ver el emocionante último capítulo, con su muerte, y también ese día comenzó a emitirse en abierto en Antena 3.
Estuvimos con Isabel Torres ese mismo día, y estaba pletórica. Fascinada por la buena acogida de la serie y por la repercusión de su interpretación. Dar vida a La Veneno le ha dado el espaldarazo para catapultarla a lo más alto de la fama. «Imagínate que hasta revistas como ¡Hola! [cabecera que hasta muy poco nunca publicaba noticias de este tipo tan vinculadas al mundo LGTBI] me han entrevistado. Me encanta ver el cambio que se ha producido en España en este aspecto», nos dijo emocionada.
Está ya embarcada en un nuevo proyecto. El mismo día que Javier Ambrossi y Javier Calvo anunciaron una segunda temporada de Veneno, Isabel Torres estaba en la isla canaria de La Palma rodando 8 años, una road movie LGTBI que transcurre en La Isla Bonita. Es un papel corto, pero muy potente, tal y como ella misma nos cuenta.
Para ella era un día muy especial, pues el éxito de Veneno se solapa con el despegue de su carrera como actriz. Isabel Torres tiene mucho vivido a sus espaldas y, ahora, ve cómo toda España se ha fijado en ella. En la película 8 años volverá a sorprender. Pero es que hay mucho más, y de todo ello hablamos con ella. Del pasado, del presente y del futuro.
SHANGAY ⇒ Isabel, ¿qué haces en La Palma?
ISABEL TORRES ⇒ Estoy rodando una película de un director novel, JD Alcázar, que ha tenido una idea maravillosa: hacer una road movie de corte LGTBIQ+ que se llama 8 años. Habla de una historia de amor de dos chicos que se conocen aquí, en La Palma, y al cabo del tiempo rompen. Pero deciden volver a la isla y viven una serie de circunstancias, alguna de ellas un poco fuerte… Así que yo animo a toda la gente a ver la película, porque le vendrá muy bien a una sociedad que esta cambiando cada día más. Vamos a mostrarle al mundo que la diferencia tiene que ser parte de la normalidad.
SHANGAY ⇒ Pues eso, háblanos de tu papel en 8 años…
ISABEL TORRES ⇒ Es un personaje controvertido que se llama Thora. No es Thora por Thor, sino por los huevos del toro. Es una transexual, mayor, que trabaja en un local de ambiente. Parte de la trama transcurre en este maravilloso local en el que ahora nos encontramos. Y hasta aquí puedo leer… [risas].
SHANGAY ⇒ Das vida a una mujer transexual, ¿no tienes miedo a que te etiqueten como actriz en estos papeles?
ISABEL TORRES ⇒ Vamos progresando poco a poco… No me siento etiquetada, ni tengo miedo a encasillarme. ¿Que mi personaje en 8 años es un poco controvertido y díscolo? Pues como la vida misma; no me importa. Y claro, por supuesto que me gustaría hacer de monja, de madre… Me gustaría hacer muchas cosas que no he hecho dentro el cine. Pero ahí estamos, en la lucha…
SHANGAY ⇒ Veneno te ha lanzado a la popularidad, en los últimos meses te han entrevistado de publicaciones de lo más diversas… ¿Cómo lo estás viviendo?
ISABEL TORRES ⇒ Veneno vino en un momento de mi vida… No es que hubiese tirado la toalla como actriz, pero estaba en un momento cómodo de mi vida, trabajando en la radio en Las Palmas. No me planteaba ya la carrera de actriz como me la replanteo ahora, que ha sido un pelotazo. Veneno es una serie que necesitamos mucho en España, y que necesita el mundo. Porque yo creo que al verse en parte de América y Sudamérica va a ayudar muchísimo a países que todavía no tienen la situación que tenemos en España. Porque a pesar de que todavía estamos intentando conquistar muchos de nuestros derechos, también es cierto que estamos en una situación privilegiada. Recordemos que hay partes del mundo en donde por ser gay o transexual te matan, te apedrean, te meten en la cárcel. Así que Veneno es una serie muy necesaria. Todo ha sido fantástico: el rodaje, los compañeros, Los Javis, la temática… Y, sobre todo, por Cristina Ortiz, a la que se le ha hecho un merecido reconocimiento. Una mujer que, sin quererlo, se convirtió en activista, al estar exponiéndose en los medios como se expuso. Y quizás ella, como se dice en la serie, caminó para que nosotras corriéramos.
«No me siento etiquetada, ni tengo miedo a encasillarme como actriz, pero sí que me gustaría hacer de madre o de monja»
SHANGAY ⇒ Sin embargo, hay voces críticas que opinan que La Veneno es un personaje sobrevalorado, al que tal vez se le está dando un mérito como activista LGTBI+ que ella jamás ni buscó ni reivindicó…
ISABEL TORRES ⇒ Es que a veces las personas pasan por la historia sin querer ser algo, sin querer tener notoriedad. Y, sin quererlo, se convierten en un referente. Yo creo que Cristina fue ese tipo de persona. A mí ahora [la serie] me ha dado la oportunidad de conocer a gente que la admiraba de una manera desorbitada… Porque para ellos sí fue un referente. Por eso, tiene todos mis respetos. Aunque ella no quisiese serlo, supuso una guía, un faro en el que mucha juventud se miró. Y eso también es una forma de ser activista.
SHANGAY ⇒ Además, La Veneno se hizo famosa cuando se dio a conocer en Esta noche cruzamos el Mississippi, un programa que también fue súper cuestionado por el propio activismo de la época. Recordemos que, en esos años 90, el activismo LGTBI iba por un camino muy diferente a lo que era la televisión generalista, y ese programa para muchos era la antesala de lo que hoy se llama ‘telebasura’. En esos años, esos dos mundos eran agua y aceite…
ISABEL TORRES ⇒ ¡Pero lo veía todo el mundo! La gente cuestiona ese tipo de programas, pero a fin de cuentas son los programas que miras para evadirte de tu realidad, de tu día a día. El Mississippi, en su momento, fue un programa transgresor, histriónico, porque había personajes que levantaban muchísima polémica. De hecho, Cristina fue uno de los grandes personajes de ese programa. En ese momento, una mujer espectacular, como era ella, diciendo que tenía «tiburón» o “aquí estoy yo, maricón”… Todo eso, pues llamó muchísimo la atención en España. Y llamar tanto la atención sirvió, precisamente, para abrir el camino a muchas personas, pues en este país no teníamos muchos referentes. Yo creo que a partir de ahora sí los habrá, pero en aquel momento había muy pocos. Y los que había tampoco querían visibilizarse.
Entrevistamos a Isabel Torres en el set de su nueva película, 8 años. Es una ‘road movie’ LGTBI que en estos momentos se rueda en La Palma.
SHANGAY ⇒ ¿Podríamos decir que los mismos foros que rechazaban este tipo de programas-espectáculo ahora ensalzan a los personajes que antes cuestionaban?
ISABEL TORRES ⇒ Sí, ahora parece Santa Cristina. En su momento puede que hasta fuese yo una de esas voces críticas, porque me confundían con ella. Yo era jovencita, alta y mona. Y es que en el año 98, recién llegada de Holanda, iba por la calle y todos me decían: “¡Veneno, Veneno!”. Cuando la vi en la tele y la conocí…, pues no me gustó. No quería parecerme a nadie en concreto, y aún menos a una persona a la que veía en ese momento muy vulgar; porque realmente Cristina era muy deslenguada. Pero eso era lo atractivo de ella. Con el tiempo se ha visto que fue una de las cosas que la hicieron única.
SHANGAY ⇒ Y pionera…
ISABEL TORRES ⇒ Fue una persona que tuvo el valor de enfrentarse a las cámaras, a un prime time, y decir “Aquí estoy yo, tengo tiburón, me llamo Cristina, La Veneno”. Pero es que, además, contó su historia. Los Javis han querido reflejar ese background que tenía, y que nadie supo ver entonces, salvo sus más allegados, como Valeria Vegas o Paca La Piraña. Ellas realmente la conocieron en petit comité, y sabían de sus carencias afectivas, de las ‘intranquilidades’ que tenía como persona…, como el amor de su propia madre.
SHANGAY ⇒ ¿Crees que el éxito de la serie se debe al personaje o al buen hacer de Los Javis?
ISABEL TORRES ⇒ Yo creo que ha sido un cóctel. Primero, por lo pionero de la serie, tanto en España como en cualquier sitio. Bueno, tenemos esa serie americana, Pose… Alguien me escribió un post diciéndome que la estábamos dejando a la altura de una película de Walt Disney porque, realmente, Veneno refleja mucha más dureza. Refleja la noche, la calle, la prostitución, las malas compañías, la droga, el porno, la falta de afecto, la falta de amor, la lucha incansable de una persona por que la quieran, la acepten y la valoren. Es un fiel reflejo de muchas cosas que ocurren en nuestra sociedad, y de muchas personas que se sienten de esa manera.
«La sociedad nos ha relegado al subsuelo. Por eso, cuando logramos sacar un poco la cabeza a veces no nos importa a quién arañar. Creo que es una forma de sobrevivir, no tanto atacarnos entre nosotras»
SHANGAY ⇒ Otro de los grandes problemas es la transfobia que existe dentro del propio mundo trans…
ISABEL TORRES ⇒ Cuando algo se desconoce, cuando algo no se trata con naturalidad dentro de una sociedad, se tiende a marginar, a recriminar y a maltratar de alguna forma. Dentro del mismo colectivo trans ocurre. Yo no lo he vivido en primera persona, pero sé que se generan envidias, entramos en competencia de quién es la más guapa, y en esas banalidades… Pero yo sí que sé que la sociedad se ha encargado de marginarnos, de relegarnos al subsuelo. Y eso, quieras que no, hace que cuando logramos sacar un poco la cabeza no nos importe a quién arañar ni a quién tirar para tú sobresalir… Creo que es una forma de sobrevivir, no tanto una manera de atacarnos entre nosotras.
SHANGAY ⇒ Pero lo cierto es que existen esos ataques, como si hubiera trans de primera y de segunda por cosas como haberse operado o no…
ISABEL TORRES ⇒ El ser humano es diverso, y dentro del mismo colectivo trans podemos ser diversas. Hay personas que están preparadas para operarse y llegar a la resignación de una manera plena. Como hice yo con veinte años… Me fui a Londres con una mochila cargada de mucha esperanza y sueños, pero también con muchos desprecios y rechazos de gente que vivía en aquella época; y hay personas que no quieren operarse porque tienen miedo, porque piensan que no van a sentir o porque, simplemente, se encuentran bien de esa manera. Todo es respetable, cada cual es libre de sentir y de padecer como quiera.
SHANGAY ⇒ También da la sensación de que en el colectivo trans las mujeres tienen más visibilidad que los trans masculinos…
ISABEL TORRES ⇒ Pasan más desapercibidos, pero hay muchos referentes masculinos. Lo que sucede es que no se dan tanta notoriedad como las trans femeninas. Yo he tenido la oportunidad de dar charlas en institutos sobre tolerancia, respeto y diversidad, y he compartido aulas con trans masculinos que, además, están muy metidos en el activismo. Y pasan tan desapercibidos que prácticamente ni te das cuenta. En cambio, las mujeres transgénero normalmente somos más visibles, más explosivas, llamamos más la atención… De hecho, incluso a las mujeres cisgénero que se arreglan muchísimo, a la mínima que se pasan de ese estereotipo de mujer “normal”, ya las catalogan de transexuales. Por el mero hecho de llamar la atención, ya puedes escuchar un “¿es transexual o no?”. Esas son las etiquetas que pone la sociedad. Pero esto va cambiando, y con el tiempo podremos visibilizar tanto al colectivo trans masculino como al femenino.