Un trabajador del SUS (sistema público de salud en Brasil) se ha convertido en meme porque, al arremangarse la casaca del uniforme para ponerse la vacuna contra la covid-19, dejó al aire su trabajado torso de gimnasio. La mirada asesina de la enfermera posando para la cámara con la inyección en la mano es pura comedia.
“Gracias por la oportunidad de ser uno de los primeros en vacunarme. Pronto todos sentiréis la misma sensación. Pero, mujer, ¿qué tamaño tiene esa aguja? ¡Es broma! No dolió en absoluto. Viva el SUS. Sed pacientes, todos la iréis recibiendo”, escribía el vacunado, Daniel Bruno, en su Instagram.
Muchos tuiteros se han lanzado a describir la situación creada por los dos sanitarios del municipio brasileño de São João do Manhuaçu. «La enfermera viendo que tienes manga corta pero igual te quitas toda la camisa para mostrar el ‘cuerpazo’ y mendigar la atención en redes sociales que no te dieron cuando eras niño», ha tuiteado uno de los usuarios.
Daniel tiene en quién mirarse. Ya el pasado diciembre, cuando apenas acababa de arrancar la campaña de vacunación en todo el mundo, un médico se hizo viral por recibir el suero con la camiseta desabrochada, mostrando músculos.
Se trataba de Álex Silva, uno de los primeros sanitarios de Ciudad de México que recibieron la codiciada vacuna. Su portentoso físico no pasó inadvertido para nadie, salvo acaso para las enfermeras, tan profesionales ellas que ni les temblaba el pulso al clavar la aguja.
Al momento, Twitter se desataba en comentarios hacia el chulazo vacunado. “¿Esta es la Pfizer o la rusa? Así sé cuál poner a mi marido”, “¿Pero esa es la vacuna o el suero de Capitán América?”, “Pensaría que era un ciclo gratis”, “Ayns, quién fuera vacuna”…, decían algunos de los usuarios más ocurrentes.