Cada día son más las webs como Only The Breast, donde mujeres de todas partes del mundo comercializan leche materna, por los grandes beneficios que se supone que tiene, aunque científicamente no está demostrado.
Si eres curios@ e investigas un poquito por la red, verás que se habla de mejoras muy significativas: aumento de la potencia sexual y el rendimiento físico y deportivo, ayuda en la conciliación del sueño, prevención del cáncer, mejora del síndrome del intestino irritable, reducción en diversas alergias y rejuvenecimiento cerebral, entre otras tantas.
Los beneficios que sí están demostrados son aquellos que le aporta a un recién nacido, gracias su riqueza en calcio, hierro y sales minerales, todo ello con un bajo nivel de lactosa, exceptuando al final de la lactancia, que es cuando es necesaria la presencia de esta para la buena absorción del hierro.
También se reconoce que la toma de leche materna ayuda al desarrollo del cerebro, a combatir las infecciones e inflamaciones, a crear un buen nivel de defensa con la inmunoglobulina A, a generar probiótico naturales en el intestino del bebé…
Son muy variados los perfiles de esas personas adultas que compran leche materna a un desconocido por Internet.
– Mujeres que no pueden dar el pecho a sus hijos.
– Padres que adoptan.
– Deportistas dedicados al culto al cuerpo.
– Personas con enfermedades muy graves que han encontrado una mejora con la toma de esta.
Ciertamente, desconocemos cómo es el procesamiento de esta lech, lo único que sabemos es que después de haber sido succionada del pecho de una mujer, pasa al congelador para preservarla, con la intención de ser vendida posteriormente por Internet y enviada de equis manera.
Hay que tener en cuenta que los controles de la leche son muy importantes, y esta leche no está ni pasteurizada ni esterilizada, con lo cual proliferan bacterias y podría estar cargada de agentes infecciosos que escapan al ojo humano.
Sin olvidar la posibilidad de que la madre que la vende pueda padecer alguna enfermedad infecciosa y, sabiéndolo o no, pueda transmitírsela al comprador.
En definitiva, no sabría decir si es el nuevo oro líquido, un superalimento o un placebo que se ha convertido en un esnobismo generado por el desconocimiento. Pero lo que sí queda claro es que debería ser tratada con la seguridad que requiere, pues es un alimento y como tal debe llevar un control.