Ha sido el último en incorporarse en Viva la vida, y no para de dar que hablar… La última ocurría en La escalera de las emociones, una sección a la que ya se han enfrentado todos los colaboradores del programa y que sirve para que abran sus corazones ante Emma García y toda la audiencia.
La revelación más sorprendente para muchos llegaba cuando el artista desvelaba que a los 11 años sufrió un intento de abuso sexual por un sacerdote. «Él pretendía que yo le masturbase, pero lo terrible fue el chantaje posterior, yo tenía miedo de que me quitaran la beca con la que estudiaba y mi madre no pudiera pagarme los estudios, esto nunca se lo conté a mi madre». Un episodio que le pasó factura durante mucho tiempo. «Yo recuerdo tener miedo a quedarme dormido, él estaba en el salón de al lado y a mí me daba pánico estar allí con él».
Tampoco fue nada fácil hablar públicamente de su bisexualidad. «Nos veíamos obligados a fingir, yo tuve que hacer dos montajes con mujeres». Finalmente, decidió aceptarse y dar el paso. «Me di cuenta de que no podía estar con 40 años engañando al público y engañándome a mí mismo».
Actualmente, Enrique está enamorado de un hombre que conoce desde hace veinte años, pero con el que ha empezado a salir hace apenas tres meses. «El me contactó por las redes sociales, era guardaespaldas cuando yo trabajaba en Crónicas marcianas, y allí nos presentó Mainat».
Hace unos días, en su primera colaboración, el nuevo colaborador de Viva la vida dejó unos cuantos titulares jugosos; uno de ellos relacionado con un futbolista gay con el que, al parecer, mantuvo una relación amorosa.
La bomba llegaba cuando estaban hablando de Sergio Ramos y Pilar Rubio, un tema que desembocó sobre la querencia el de muchos futbolistas por las fiestas. Fue entonces cuando, para echar por tierra el estereotipo, del Pozo descubrió su experiencia. “Yo estuve saliendo cuatro años con un futbolista muy conocido, y no todos son personas que estén todo el día de fiesta, en discotecas…”.
“No voy a entrar en el juego porque es una situación complicada… El mantener una relación con un futbolista no significa que estén siempre de juerga. Es una profesión muy dura y sacrificada… Si encima el jugador es bisexual u homosexual, el tema es mucho más complicado porque sigue habiendo muchísima homofobia”, añadía para zanjar el tema sin dar el nombre del deportista…