«Para el anterior gobierno, el castigo para las relaciones del mismo sexo era la prisión. Para el gobierno talibán es la pena de muerte», ha declarado Artemis Akbary, un refugiado activista LGTBI en el exilio.
La situación en Afganistán para el colectivo es cada vez más aterradora y son numerosos los mensajes de ayuda que llegan a las asociaciones LGTBI. Ahora, COGAM, Roja Directa, Fénix Asociación, Kif-Kif y varias organizaciones mas han hecho un llamamiento a las autoridades para asegurar la protección del colectivo LGTBI afgano.
La homosexualidad en Afganistán estaba muy perseguida por el último gobierno, pero desde la llegada de los talibanes se ha incrementado la «agresión criminal» a las mujeres, a las personas LGTBI y a los defensores de los derechos humanos. Por ello, la red LGTB de organizaciones de nuestro país ha enviado un comunicado al Ejecutivo y las instituciones internacionales para que no reconozcan el «régimen de terror» de los talibanes. «Esto ha supuesto la imposición de un régimen de terror que está llevando a miles de personas a huir del país para evitar la represión, la tortura y el asesinato», han asegurado las organizaciones en el comunicado recogido por Europa Press.
Y es que el futuro de Afganistán es oscuro. Artemis Akbary tuvo que huir del país durante la guerra. Sus padres nunca aceptaron su sexualidad y llegó a sufrir maltratos y agresiones por parte de su familia. «Mis padres trataron de cambiar mi orientación sexual. Trataron de curar mi homosexualidad y estuve prisionero en casa casi dos años». Ahora se encuentra en Turquía como refugiado.
«Nos han llegado peticiones de asilo desde Afganistán. Están deseando salir del país», han asegurado las organizaciones. Uno de los requisitos de asilo es la orientación sexual, por ello, piden el Gobierno español que tenga la iniciativa de refugiar al mayor número de personas LGTBI de Afganistán.
Nuestro país ha recibido a 800 refugiados afganos en la última semana, de los cuales 350 han pedido expresamente asilo en España, y solo 230 tienen cobijo en los diferentes centros de acogida habilitados en nueve comunidades autónomas.
Aunque esta situación no sería tan crítica si los países miembros de la Unión Europea no reconocieran el Gobierno talibán. Por ello, las organizaciones LGTBI españolas han sido fulminantes en su comunicado y han exigido a las instituciones europeas e internacionales, y a toda organización pública que «ni reconozcan, ni legitimen» dicho gobierno.
Afirman que es «un régimen que suprime los derechos fundamentales para más de la mitad de la población» y piden de inmediato «la implementación de mecanismos de acogida para las personas afganas que se encuentra en riesgo por su sexo, su orientación, su identidad, su corporalidad o su defensa de los derechos humanos».