Loles León: "Me da pudor que el público me diga 'guapa', llevo mejor que me digan 'guarra"

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Las infinitas horas encerrados en casa que nos trajo el confinamiento meses atrás, sirvieron al conocido Juan Luis Iborra para escribir las primeras páginas de Una noche con ella, el espectáculo pensado por y para la gran Loles León, con quien mantiene una estrecha relación.

Y por fin, tras varios intentos fallidos en el pasado, el director y guionista consiguió la aprobación de la catalana. ¿Las razones? “Es mejor que los otros que me enseñó, según mi punto de vista”, nos confiesa entre risas. “Los otros no me llenaban tanto, y este sí. Me llamó y me dijo ‘te voy a leer cinco páginas que he escrito’. Me gustaron, me emocioné, me reí y dije ‘pues tira por ahí’. Y así nos metimos en este fregado los dos”.

El fregado del que nos habla Loles León se ha materializado en el espectáculo que puede verse estos días en el madrileño Teatro La Latina. Un viaje por la vida de la actriz del que no se puede contar mucho, “porque lo que sí existe en esta obra es la sorpresa”, nos adelanta.

“Hay un 50% de verdad y otro 50% de ficción en lo que cuento sobre el escenario, y la gente tiene que intentar averiguar qué es cada cosa”. Un recurso que a más de uno y una nos gustaría usar en nuestro día a día. Ella lo hace sobre el escenario, pero anima a todos a aplicarlo en sus propias vidas. “Tú puedes cambiar lo que te dé la gana. El ser humano no necesita un escenario para hacerlo, necesita sentirlo y saber que quiere hacerlo, y de ahí, p’alante. No tenemos que dejar nuestra vida en manos del azar”.

Esta es tan solo una de las reflexiones que pueden surgir de Una noche con ella, que la propia Loles, de nuevo sin dar muchas pistas, resume como “un espectáculo de hora y media en el que te ríes mucho, te entretienes mucho, te enteras de algunas cosas que no sabías de mí, y también hay momentos muy emotivos e íntimos”.

Y es que, como el propio Iborra corrobora, “su vida merece un espectáculo”. Y así lo escribió, una función en la que la música va guiando a través de la vida –o no– de la artista, y también repasa los últimos cincuenta años de nuestra historia. “Hay música original y también números que ya he hecho en otros espectáculos, es un cabaret con mucha mezcla”, nos explica León. “Al igual que el vestuario, que todo es reciclado de prendas mías de otros trabajos. Lo hemos hecho junto al diseñador Manuel Fernández, de Fashion Art, y lo han cosido en APRAM, la ONG que rescata mujeres de la trata”.

Así es, hasta los detalles en este trabajo tienen un mensaje que transmitir, reivindican causas muy necesarias hoy día. “Todo tiene que ver con el espectáculo que se ofrece. Juan Luis Iborra es un hombre que siempre escribe reivindicando cosas. Entre él y yo hemos puesto aquí la identidad de mi personalidad, y yo, siempre que puedo, estoy ahí reivindicando cosas, lo que se necesite en cada momento”, nos asegura.

Sobran las palabras de la protagonista de Una noche con ella para convencerse a pasar lo que su propio nombre indica. Pero, por si aún se necesitaran más motivos, ella misma nos cuenta que “las críticas han sido todas maravillosas. Ha habido un estreno muy potente a nivel prensa, amigos y compañeros de profesión. Desde aquí les doy las gracias a todos porque ha sido un estreno fantástico para los tiempos que corren”, explica satisfecha.

“El resto de los días, la gente es increíble, hay muchos ‘bravos’, muchas risas, muchos aplausos; el público se pone en pie al final y me dicen cosas maravillosas que me dan mucho pudor. Estoy acostumbrada a que me digan ‘guarra’, pero no ‘qué guapa eres’ o ‘qué buena eres’. Esto me cuesta más, lo otro lo llevo mejor”.

Esto que nos acaba de contar es para Loles León su gran premio, “que estén allí, aplaudan y se rían”. Que la gente que se siente en las butacas del teatro disfrute tanto como ella haciéndolo. “Yo me divierto mucho, lo paso muy bien junto a los bailarines Briel González y Fran del Pino y el músico Yeyo Bayeyo, somos cuatro loquillos sobre el escenario… Tenemos una puesta en escena que llega, y con eso tengo bastante, con esa energía que se lanza al patio de butacas y que el público recibe con tanto amor, sobre todo cuando cuento cosas más íntimas. Estoy súper agradecida de que el público esté ahí olvidándose durante noventa minutos de sus problemas”.