Va camino de convertirse en un proyecto frustrado. El tan cacareado remake de Ha nacido una estrella, esa historia de culto gay que ya ha conocido tres versiones cinematográficas, ha vuelto a ser noticia después de que ayer supiéramos que Bradley Cooper negocia con Warner la posibilidad de dirigir y corprotagonizar la película. Pero lo cierto es que, por el momento, esta producción solo ha encontrado trabas en su camino y su destino parece tan aciago como el de la propia protagonista.
El primer interesado en rescatar esta historia sobre el ascenso y caída de una estrella de la canción fue Clint Eastwood, que hace unos días declaraba su intención de continuar detrás del proyecto. Sin embargo, el principal obstáculo para que la película salga adelante parece ser la agenda de Beyoncé, que siempre ha figurado como la primera –y casi única– opción contemplada por Warner para protagonizarla. «Al principio, el problema era que la productora estaba más entusiasmada con el casting», comentaba el director a The Hollywood Reporter. «Querían contar con Beyoncé para el papel principal porque es muy popular, pero también es una artista muy activa y es difícil encontrar hueco en su agenda, cosa que nunca conseguimos solucionar».
No es la única celebridad cuyo nombre se ha barajado para el remake. Otros intérpretes como Leonardo DiCaprio, Will Smith, Tom Cruise y Christian Bale también sonaron en su día para dar vida al agente alcóholico que maneja las riendas de esta estrella en ciernes, y que en versiones anteriores interpretaron Fredric March, James Mason y Kris Kristofferson.
Parece que Eastwood se ha cansado de esperar y que le ha pasado el testigo a Cooper, al que recientemente dirigió en El francotirador. Según Deadline, el actor podría debutar como director con este remake, que también produciría y coprotagonizaría, con la esperanza de que Beyoncé, considerada la cantante con más influencia del momento, fuera su estrella principal. De momento, el actor aún tiene que terminar las funciones programadas de El hombre elefante que protagoniza en Londres antes de tomar la decisión de ponerse tras las cámaras por primera vez.
Estrenada por primera vez en 1937 bajo la dirección de William Wellman, Ha nacido una estrella se convirtió en un fenómeno cinematográfico con la versión musical que George Cukor dirigió en 1937 con Judy Garland como protagonista, y que consiguió seis nominaciones al Oscar. En los años setenta, otra diva gay, Barbra Streisand, fue la encargada de darle una nueva vida a esta historia sobre el precio de la fama en una amarga película dirigida por Frank Pierson que se hizo con el Oscar a la mejor canción. Con esos antecedentes, ¿se atreverá Beyoncé a tomar el testigo de Garland y Streisand o la presión es demasiada?