La diócesis de Alcalá de Henares ha dado a conocer la noticia en un comunicado. Juan Antonio Reig Pla ha ejercido como obispo en la localidad madrileña durante un total de trece años, un periodo en el que no ha escatimado en polémicas marcadas por la homofobia y por su vinculación a la ideología franquista.
Reig ha asegurado en el comunicado que el pasado 7 de julio presentó su renuncia al Papa Francisco. “Doy gracias a Dios y a mi madre la Iglesia católica por todo el tiempo en que he venido ejerciendo el ministerio sacerdotal y episcopal”, ha escrito.
Declaraciones polémicas de Reig Pla
El obispo alicantino ha estado en el punto de mira durante sus trece años en la diócesis por sus ideas discriminatorias.
En una misa retransmitida por la televisión pública, en la que se celebraba el Viernes Santo, el obispo aseguraba que los homosexuales “encuentran el infierno”. Además, señaló que la homosexualidad, la prostitución y el aborto son ejemplos de “la malicia del pecado”.
Siguiendo con su homofobia, añadió que las personas homosexuales son más “vulnerables” a convertirse en pederastas. Como es de esperar, Pla se codea con los grupos más reaccionarios del país. Por ejemplo, la asociación de extrema derecha HazteOír ha mostrado en múltiples ocasiones su apoyo al religioso y, de hecho, le otorgó un premio en 2012 por su “defensa de la dignidad humana”, tal y como cuenta eldiario.es.
Reig Pla es abiertamente franquista y ha organizado en varias ocasiones misas en honor a Franco. También ha visitado con frecuencia la Abadía del Valle de los Caídos y ha expresado su simpatía por el prior de la basílica. Además, es uno de los pocos obispos españoles que se posicionan en contra del Papa Francisco, hecho que manifestó defendiendo el libro del cardenal Carlo Caffara, quien en 2016 propuso la desobediencia al Papa.
En la educación, es partidario de separar a niños y niñas en los colegios y de prohibir en la educación la “ideología de género”, como él la denomina.
Apoyo a las terapias de conversión
En 2019, eldiario.es destapó las terapias de conversión ilegales que realizaba el obispado de Alcalá de Henares.
Un periodista del diario acudió a una de estas sesiones fingiendo querer cambiar su orientación sexual. La terapia se realizó en el Centro de Orientación Familiar Regina Familiae, dentro de la diócesis de Alcalá. De acuerdo al artículo 70.4.c de la Ley de Protección Integral contra la LGTBfobia de la Comunidad, la práctica de estas terapias conlleva multas de hasta 45.000 euros.
Según eldiario.es, en la primera sesión, una ‘psicóloga’ (no colegiada) se centró en que el paciente “dejase de ser homosexual”. La pseudoterapeuta le dijo: “Explicarte por qué sientes lo que sientes y cómo dejar de sentirlo se considera homofobia. Estoy teniendo contigo un acto homofóbico. O sea, yo te estoy intentando ayudar. Yo sé que esto puede tener consecuencias, hasta tal punto que yo podría ir a la cárcel”.
B.V., la pseudoterapeuta, enviaba a los pacientes correos electrónicos en los que adjuntaba libros como Terapias reparativas del psiquiatra Joseph Nicolosi. También mandaba documentos que afirmaban que “la homosexualidad se produce por no haber despertado o cultivado suficientemente la masculinidad debido a un trauma que puede ir desde una mala relación con tus padres a abusos sexuales”.
Y escribía cosas como esta en sus e-mails: “A lo largo del proceso de maduración personal ha habido relaciones, hechos, ausencias, sufrimientos, traumas… que han producido heridas en nuestro ser. Habrá complejos, carencias y experiencias que te han hecho estar buscando y comparándote con otros chicos”.
La reacción de la sociedad a estas terapias no se hizo esperar, y muchos se manifestaron en Madrid al grito de «nuestro amor no se cura». El Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) presentó una demanda contra el obispado de Alcalá.
El sustituto del ya obispo emérito será Jesús Vidal, hasta ahora obispo auxiliar de Madrid. Según El País, Vidal es cercano al arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, perteneciente a una corriente eclesial más próxima a la del Papa Francisco y, por tanto, más moderada que la de Pla.