Lugares a los que nunca hemos ido es una película íntima que propone al espectador un viaje a través de distintas formas de relacionarnos en la edad adulta.
Con guion también firmado por Roberto Pérez Toledo, el elenco de protagonistas lo encabezan Belén Fabra y Francesc Corbera, acompañados por Pepe Ocio, Verónika Moral, Emilio Buale, Ana Risueño, Sergio Torrico, Miguel Diosdado, Laura Rozalén y Andrés Picazo.
La película póstuma de Roberto Pérez Toledo, que tendrá una pequeña presencia en salas, ganó la Tesela de Oro a Mejor Película y el Premio de la Crítica en el Festival de Cine de Alicante, además de la Biznaga de Plata a Mejor Película y Mejor Actor en la sección Zonazine, en la pasada edición del Festival de Málaga.
En Lugares a los que nunca hemos ido, Elena ha pedido cena a domicilio, pero cuando abre la puerta, descubre que el repartidor es Manu, el que fue su gran amor y a quien hace demasiados años que no ve. En otro lugar de la ciudad, Javier es un director de casting a punto de poner a prueba a un actor con el que mantiene algo más que un vínculo profesional.
No muy lejos de allí, Eva se dispone a ser infiel por primera vez a su marido con un compañero de trabajo. Mientras, Marian y Oliver inauguran el piso con el que se han hipotecado por treinta años. Y Carol y Orestes se conocen en una fiesta a la que acuden desconocidos dispuestos a abrazarse. Cinco lugares y unos personajes enfrentados a sí mismos y a sus sueños no cumplidos. Porque nadie dijo que fuera fácil hacerse mayor.
Lugares a los que nunca hemos ido es una película que reflexiona sobre las perspectivas en la vida versus la realidad en la generación de los 40. Una generación que se encuentra perdida y que creció con la convicción de vivir un mundo consolidado en el bienestar, donde las expectativas relacionadas con los sueños por alcanzar y los ideales del éxito han sido un todo.
Sin embargo, le realidad ha marcado una vivencia completamente inesperada. Son personajes que tendrán que rendirse, al no poder sostener la mentira de la ilusión y aceptar la cruda realidad que se impone. Una muerte en vida de la creencia y la expectativa, pero también, el nacimiento de una nueva realidad que ofrece otras posibilidades y que esta generación tendrá que aprender a aprovechar en pro de su propia felicidad.
Roberto Peréz Toledo propone una exploración sobre este viaje existencial en forma de metáfora a través del mundo de las relaciones en diferentes situaciones. Cinco historias que representan cinco momentos vitales distintos de este viaje de expectativas, decepción, muerte y renacimiento emocional.
El tristemente desaparecido director y guionista escribió sobre ella: “Lugares a los que nunca hemos ido es una película con la que avanzo en mi exploración de las relaciones y los afectos humanos, poniendo la lupa esta vez en la generación de los que ya hemos cumplido cuarenta. El denominador común de las historias que aquí cuento es que hablan sobre lo complejo de entrar de lleno en la edad adulta, sobre lo que dejamos por el camino para lograr determinadas metas, sobre todos esos lugares a los ansiábamos ir pero han terminado por no parecerse demasiado a cómo soñábamos que serían«.