Nuestra colaboradora Roberta Marrero afirma rotunda que si no sabes de dónde vienes, no tienes ni la más remota idea de dónde estás.
Las mujeres cis y trans, las lesbianas, los gais, cualquiera que haya sentido el peso del rechazo social, vienen de sitios oscuros. Considera, como comparte en este texto que está bien hablar de la luz, pero que no nos debemos olvidarnos de lo que llama «nuestro bendito lado salvaje».
«Soportad entonces que un poeta, que es también un enemigo, os hable como poeta, y como enemigo”. (Jean Genet)
Me enteré de la canción de Shakira con Bizarrap en la librería Mary Read. Estaba curioseando libros cuando Ana me dijo “están en redes diciendo que no es feminista hablar mal de tu ex, y mucho menos de su nueva novia”. Inmediatamente, me puse del lado de Shakira.
Detesto a la policía feminista, también a la policía queer; en general, me saca de mis casillas la policía de lo políticamente correcto. Mae West decía que aquellos que se escandalizan fácilmente deberían ser escandalizados más a menudo: sabia mujer, sabias palabras. Creo que las teorías se han comido a la vida, que el activismo se ha vuelto un “cómo ser una buena mujer, gay, trans, etc”.
Leí el otro día que la pureza es el principio de cualquier ideología fascista, y estoy de acuerdo. El ser humano, como bien explica Gloria Anzaldúa, es terrible y maravillosamente impuro, bastardo, fronterizo, complejo, ambiguo, lleno de grietas y compacto al mismo tiempo. No entiendo por qué las que hemos estado históricamente oprimidas, de repente tenemos que ser justo lo contrario: perfectos seres de luz sin absolutamente ninguna fisura.
De Lana del Rey dicen que hace apología del abuso emocional en sus canciones, porque parece que ahora si eres mujer tienes que hablar solo de relaciones perfectas y equilibradas, como si eso existiera… Frida Kahlo es otro mal ejemplo porque tuvo una relación abusiva con Diego Rivera; la que no haya tenido una relación tóxica, que tire la primera piedra.
La serie de televisión Dahmer es inapropiada porque da una mala imagen de los homosexuales. Queridos, la libertad es hablar de que también hay homosexuales asesinos, no todos son gais inofensivos con camisetas de Kylie en carísimos cruceros (todo bien con ellos, que conste). Aparte de que en el arte, como en la vida, una puede hacer lo que quiera. Como cuando Nan Goldin se retrató con la cara magullada después de una paliza de un amante para afrontar su propio abuso a través de una imagen al mismo tiempo bella y desgarradora.
«Detesto a la policía feminista, también a la policía queer»
Me aburre entrar a una librería y ver que el 90 por ciento de los libros LGTB (signifique eso a estas alturas lo que signifique) sea pedagogía. ¿Dónde está la belleza y el mal, el lujo y la miseria? Parece que solo en autores queer que ya están muertos, son megaminoritarios o que no publican en la actualidad. Todo lo queer que roza el mainstream es blanco y bien intencionado; cero arte del conflicto. Yo quiero que sean superventas gente como Celeste González o Leonor Silvestri; que se recuperen para las nuevas generaciones figuras tan incómodas como Jean Genet, Sade, Maurice Sachs o Valerie Solanas.
Porque esta dictadura de lo políticamente correcto también viene de un gran desconocimiento de nuestra historia. Si has oído los sangrantes discos de La Lupe y Olga Guillot, la canción de Shakira te parece un chiste (ojo, me gusta la canción). Los colectivos (pasa mucho con gente queer) que no conocen su historia están condenados al fracaso.
Si no sabes de dónde vienes, no tienes ni la más remota idea de dónde estás. Las mujeres cis y trans, las lesbianas, los gais, cualquiera que haya sentido el peso del rechazo social, vienen de sitios oscuros. Está bien hablar de la luz, pero no nos olvidemos de nuestro bendito lado salvaje.
Sed incorrectas, hablad de chulos y de lo poco que vale la tía por la que te ha dejado, de deseos obscenos, de vuestras sombras, de que alguien os pone aunque sea de la ultraderecha, sed escandalosas. Porque somos hijas de Violette Leduc, Paquita la del Barrio, de las canciones de la Jurado, del asfalto, del puterío y de la alegría. Menos Foucault y más Lemebel.
ROBERTA MARRERO ES ARTISTA PLÁSTICA Y ESCRITORA. SU ÚLTIMA OBRA PUBLICADA ES TODO ERA POR SER FUEGO (CONTINTA ME TIENES)
ILUSTRACIÓN: IVÁN SOLDO