María Jiménez para Shangay: "El animal que llevo dentro de mí se morirá conmigo"

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María Jiménez fue una mujer fuerte y valiente, con una personalidad arrolladora que supo plasmar a la perfección en su música.

La indomable artista nos concedió una entrevista en que quedaba perfectamente plasmada su forma de ser para el número 186 de Shangay, publicado a finales de abril de 2002, coincidiendo con el lanzamiento de su álbum Donde más duele. Como homenaje, la recuperamos cuando acaba de fallecer.

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María Jiménez y el animal que lleva dentro

Razones no le faltaban para considerarse única. La combinación de simpatía, genio, desparpajo, pena y desgarro con que es capaz de expresare en apenas media hora de conversación descolocaría hasta al menos amante de su arte.

En este caso, presenta una exclusiva con fundamento artístico, Donde más duele. ¿Te imaginas a María Jiménez cantando temas de Sabina? ¿Enfundada en un traje de pavo real? Todo es y mucho más, en el retorno de una artista esclava de su visceral intuición.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo te sientes ante esta vuelta a los ruedos musicales?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Muy feliz. No pensaba que pudiera disfrutar otra vez tanto con la música, pero sí lo estoy haciendo. La verdad es que no me había planteado cantar de nuevo, a pesar de que este proyecto lleva dando vueltas tres años. Estaba cómoda en mi casa, no tenía discográfica…, y tampoco voy a estar yendo siempre contra la corriente. Hay que esperar y tener paciencia, y cuando ha tocado, pues ha tocado.

«Me encanta ver a las travestis haciendo mis canciones, porque soy muy difícil de imitar»

SHANGAY ⇒ ¿Necesitabas canciones como las del ex golfo Joaquín Sabina para volver a sacar tu genio artístico?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Sí, porque soy muy exigente a la hora de cantar. Necesito historias que me llenen, que me hagan sentir amor y dolor, que son dos conceptos que van muy unidos. Con estas canciones ha sido muy fácil. Sabina es el fotógrafo urbano de la música, retrata perfectamente los sentimientos que vivimos en unos momentos de la vida o en otros. Todo está en sus composiciones.

SHANGAY ⇒ Me imagino las sesiones de grabación con mucho desgarro, mucho sentimiento y mucho whisky. ¿Fueron así?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Hubo de todo. Las grabé en directo con los músicos, y fue muy bonito ver como todo el mundo se iba metiendo en la historia. Terminábamos una canción y me venían los guitarristas con los brazos abiertos, diciéndome: «¡Monstruo, te queremos!». Disfruté muchísimo en el estudio.

SHANGAY ⇒ ¿Sufriste también?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ También. Cuando acabé de grabar Cerrado por derribo me puse a escucharla y ya no pude parar de llorar. Estaba muy sensible en ese momento por cosas de la vida por las que estaba pasando, y la canción pudo conmigo.

SHANGAY ⇒ ¿Te da punto cantar sobre putas y otros seres de «mal vivir»?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ He disfrutado horrores. Me gusta afrontar la realidad con valentía, cantar con alegría sobre las verdades de la vida. Me encantan temas de este disco como Una canción para la magdalena, es una alegoría preciosa, por mucho que hable de putas, y encima con música de Pablo Milanés, que es la primera vez que canto algo suyo.

SHANGAY ⇒ ¿Invitaste a Lichis (La cabra mecánica) a tu disco para devolverle el favor de haber contado contigo en La lista de la compra?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Se pasó por el estudio para saludarme, y le animé a que cantara algo. Fíjate si me funcionó la intuición con Lichis que quise colaborar con él antes incluso de conocer La lista de la compra. Cuando escuché una canción de su disco anterior en la que repite todo el rato «Que te follen, que te follen, que te follen», me dije a mí misma: «Yo tengo que cantar con él» [risas].

«En casa de mi madre siempre había muchos maricones, lo mío viene en los genes»

SHANGAY ⇒ En la portada del disco se te ve bien chula, con esa actitud entre glamourosa y tirada tan tuya…
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Me apetecía salir como poniéndome el mundo por montera. Me encanta toda la serie de fotos que salen en el libreto; me desmitifico a mí misma totalmente, no me he cortado nada. ¿Has visto lo que pone debajo de los créditos? [me enseña el CD, recién llegado de fábrica].

SHANGAY ⇒ «El no follar se va a acabar». ¿Y eso?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Porque llega un momento en que una se aburre [carcajadas]. Me siento un poco bandera de mucha gente, y pienso que esa frase ilustra a la perfección el contenido del disco. Cuando lo escuchas, ves que tiene sentido.

SHANGAY ⇒ ¿Tienen también su sentido las plumas de pavo real que luces?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Es que vi una tela a base de plumas de pavo real en Lisboa, y me quedé pensando para qué querría alguien una tela así. Pues al mes y medio me entraron a mí las ganas de hacerme un traje con ella. Le expliqué a la modista cómo podía hacerlo, porque no era fácil, y ahí está. Tiene una cola de casi dos metros de largo espectacular. Ya verás la que se va a liar cuando la abra en el escenario durante mis conciertos.

SHANGAY ⇒ Salir en la portada con el cigarro y la copa, ¿no es poner a huevo los comentarios sarcásticos sobre tus aficiones?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ ¿Por qué? ¿Es que la gente ni fuma ni bebe? ¿No son cosas naturales? Este es un disco muy canalla, y había que salir muy canalla. Y con mucha pluma. ¡Mucho poderío, niño, mucho poderío es lo que hay!

SHANGAY ⇒ El componente canalla, ¿lo aportan las canciones?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Está en las canciones, pero yo también soy muy canalla. Se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Y cuando canté con Sabina, ya ni te cuento lo canallas que estuvimos los dos. Porque no por haber dejado de beber y de hacer otras cosas es menos canalla Sabina. Es tu espíritu el que es travieso y juguetón, y ése no cambia. A mí, estar en este mundillo me ha facilitado el que me comportara siempre como soy, porque a los artistas se nos consienten muchas cosas.

«El público me reconoce como una estrella, y me siento muy realizada»

SHANGAY ⇒ En la época de la transición te convertirse en un símbolo de liberación tanto de la mujer como sexual. ¿Tú te veías así?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Yo nunca me he visto de ninguna manera, porque no me veo a mí misma.
Simplemente es que tengo una forma de ser muy mía. Además, la mujer, en general, es más fuerte que el hombre. Lo que he hecho siempre es dejarme llevar por las circunstancias. Si vienen de cara, bien, y si vienen de espaldas, pues me siento a esperar a que baje la marea. Me tomo la vida con mucha filosofía.

SHANGAY ⇒ Pero tu arte ha tenido siempre un fuerte componente sexual. ¿De dónde sale?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Sale solo, yo ni me doy cuenta. Es algo que va conmigo, no lo controlo.

SHANGAY ⇒ Varias generaciones se han puesto cachondas gracias a canciones como Háblame en la cama. ¿Es algo que te enorgullece?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Cuando me lo dicen me pongo colorá [risas]. Porque en el fondo una es tímida, aunque también soy muy abierta. La primera vez que una persona me comentó «María, ¡si tú supieras lo bien que hago el amor con mi marido escuchando ‘¡Me muero, me muero!» me puse roja como un tomate, no sabía dónde meterme. Con el tiempo mucha gente me ha dicho: «Ay, qué niño más bonito tengo gracias a ti!». Me lo tomo como un halago, claro. Que la gente haga el amor gracias a ti es una maravilla.

«A los artistas se nos consienten muchas cosas»

SHANGAY ⇒¿No se apacigua con los años esa bestia interior tuya?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ No, ese animal está dentro de mí y se morirá conmigo. Ni lo controlo ni hago
por hacerlo.

SHANGAY ⇒ En el disco no has cambiado el género (masculino) de las letras. ¿Te apetecía jugar con lo ambiguo?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Es que resultaba muy complicado «traducir» algunas de las canciones, así
que decidí no tocar ninguna. Posiblemente le dé un toque ambiguo, pero no es algo premeditado. ¿Qué me puede pasar? ¿Qué pueden decir que soy? No me plantea ningún problema lo que se pueda rumorear a estas alturas…

 

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SHANGAY ⇒ Ese arrojo es en parte responsable de la admiración que despiertas en muchos gais y en tantas travestis que disfrutan horrores imitándote…
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Es que yo soy muy maricona, me siento muy maricona. Me encanta el mundo gay y mi forma de ser es muy gay. Es un mundo que conozco desde chica, porque en casa de mi madre siempre había muchos maricones, le encantaba estar rodeada de ellos. Así que se conoce que lo mío viene en los genes [risas]. Me encanta ver a las travestis haciendo mis canciones, porque soy muy difícil de imitar.

Nunca interpreto dos veces de la misma manera, lo mío es espontáneo; así que lo único a lo que se pueden agarrar es a la patadita esa que suelto de vez en cuando. No me canso de ir a los locales de travestis a verlas actuar, se descubre a una gente maravillosa. Y sentirse querida es muy importante, te llena de satisfacción y de amor.

SHANGAY ⇒ ¿Te consideras lo suficientemente valorada como artista?
MARIA JIMÉNEZ ⇒ Sí, pienso que el público me reconoce como una estrella, y me siento muy realizada en todos los aspectos. He estado mucho tiempo sin hacer nada, mi sitio seguía vacío, y, después de reciclarme, he vuelto para ocuparlo de nuevo. Y aquí estoy.