Murciano de nacimiento, pero trotamundos de corazón, Juan Pedro Navarro, Juanpe para los amigos, marchó a Italia hace un año con destino a Roma, una de las ciudades más espectaculares del mundo, sobre todo para un historiador como él. Para Juan Pedro vivir en Roma ha sido una aventura más que gratificante. Se mudó allí con una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores para vivir dentro de la Academia de España y poder llevar a cabo su proyecto sobre historia queer en Italia.
Gracias a eso ha podido descubrir la capital italiana a fondo, lejos del turismo típico, y ha encontrado lugares únicos y especiales donde la comunidad LGTBIQ+ puede vivir en libertad en lugares llenos de historia.
“Roma es como una Disneylandia para historiadores. Vivir allí es encontrar en cada esquina un pedazo de historia donde se puede respirar patrimonio, es una ciudad museo”. Se marchó gracias a una beca del Gobierno para poder concluir sus estudios en historia queer en la Academia de España, una de las instituciones de investigación y creación artística con más prestigio de nuestro país y cuya sede se encuentra precisamente en Roma. “La Academia es un monumento en sí misma y cuenta con el templete de Bramante que es el único bien de interés cultural español que hay fuera del país. Además de ser, históricamente, un espacio seguro para la comunidad LGTBIQ+”.
Juan Pedro pudo desarrollar allí un estudio sobre la historia de la sexualidad a través de la literatura jurídica, es decir, indagando en los expedientes judiciales de persecución de lo que antiguamente se conocía como «crímenes de sodomía». “Hay grandes nombres de la cultura como Da Vinci, Miguel Ángel y Caravaggio, que fueron perseguidos por este crimen, y ha sido muy interesante conocer cómo han vivido la represión los disidentes sexuales. Por eso Roma ha sido perfecta para hacer este estudio”. En la ciudad ha podido descubrir cómo su sociedad tiene poco que ver con la realidad política que vive el país.
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“A pesar de la situación por la que está pasando Italia, en las calles la cosa es bastante distinta. La sociedad es muy parecida a la española y siempre tienes lugares donde poder salir por el ambiente y encontrar a gente que es como tú. Además, gracias a mi proyecto, pude estar muy de cerca del colectivo hablando con gente de la comunidad y conociendo sus historias”. La gran variedad de fiestas y locales LGTBIQ+ ha sido también una grata sorpresa para él. Ha podido encontrar desde fiestas más masculinas y centradas en un público más gay a fiestas mucho más diversas donde cabían todo tipo de personas y todas las siglas del colectivo. Además de descubrir lugares no tan conocidos y conocer más de cerca la cultura underground nacional.
Se considera todo un viajero y le encanta conocer nuevos países y culturas que le enriquezcan. Por eso siempre que puede intenta hacer la maleta y subirse en cualquier avión con un nuevo y emocionante destino. Intenta evitar los típicos blogs de viajes que recomiendan los lugares más turísticos, “prefiero vivir la experiencia real, no la que ha vivido todo el mundo. Me gusta ir a los sitios a los que va la gente que vive en cada ciudad, comprar donde compran los vecinos y comer algo típico de verdad. Si estoy en Roma, me apetece comer donde lo hace la gente de Roma, no ir a una franquicia o al sitio más famoso donde todo el mundo tiene una foto en Instagram”.
Entre viaje y viaje, y gracias a sus estudios de género y sexualidad, Juanpe ha podido conocer más a fondo la vida de muchas personas LGTBIQ+ y tener una mayor conciencia de su realidad: “Muchas veces creemos que la situación en nuestro país es más complicada de lo que es, pero hay lugares en el mundo en los que darte un beso o ir de la mano con tu pareja es imposible”. Por eso aboga por seguir viajando y conocer otras culturas, para poder seguir defendiendo nuestros derechos y enriquecernos por fuera y por dentro.