“Toma mi culete”. Labrador abandonaba Supervivientes tras su doble expulsión de anoche, entre lamentos y exhibiciones. Todo lo que hace tiene repercusión, y sabedor de ello decidió encarar la prueba de recompensa con las nalgas al aire. Y en dos ocasiones. Más de uno decidió imitar el ya famoso gesto de su supuesto amante, Jesús el estilista.
En la primera de ellas, “culo blanco” se adentra en el mar con un bañador negro, pero al salir la prenda le molesta hasta el punto de estar más cerca que nunca de los tobillos. Labrador, ajeno al tema, continúa para intentar que el sol equipare el color de su piel. Mientras, Lara Álvarez y Jorge Javier Vázquez intercambian impresiones que aumentan la temperatura: “Sale sin bañador y todo, ese regalo para España entera”, comentaba la presentadora. “Muy bonito, Lara, el regalo para España. Ya lo hemos visto, que se tape”. Jorge Javier intentaba mostrar un pudor que hace tiempo le abandonó.
El concurso sigue, y los ganadores tenían el privilegio de poder ducharse con agua dulce durante unos segundos. El equipo de los novatos se iba a alzar con la victoria y, por lo tanto, era momento de humedecérselo todo. Y allí se dirige Labrador, dispuesto a que no se le quede ni un grano de arena entre las nalgas. Se mete en la ducha, se despoja de todo lo que molesta y la realización premia su atrevimiento con un primer plano que paró el cronómetro de la cuenta atrás.
“Yo no voy a decir nada, que luego quedo como un viejo verde”, comenta Jorge Javier desde Madrid al borde del tartamudeo. Si no te salen las palabras, tal vez te podamos ayudar…