Luke Martin: "Quiero llevar el no binarismo a otra dimensión, el término no debería existir"

Temas: Benidorm Fest, Entrevista, Lady Gaga, No binario, Visibilidad LGTBIQ+

La única etiqueta que admite Luke Martin es la de artista. Orgulloso madrileño (es Lucas cuando se despoja de su máscara) de 28 años, se dio a conocer como diseñador de moda y estilista, y ahora comienza una carrera musical con la que promete sorprender en este 2024. Pero no ha abandonado, ni mucho menos, la moda. “De hecho, antes de empezar a componer, dejé lista una nueva colección, que va a ver la luz ya, y que presentaré con un desfile que no dejará indiferente», avanza. «Me he inspirado en la realeza de Versalles, que he adaptado a las generaciones millennial y Z».

La House of Luke Martin, que tantas alegrías le ha dado hasta ahora, permanece viva, pero es momento de apostar por su alter ego musical Luuuuuke, una ramificación más de su inquietud creativa. “Siempre me ha gustado mucho la filosofía de Andy Warhol, me interese más o menos su obra”, explica. Empezó a coser siendo muy joven, con una máquina antigua que le enseñó a utilizar su abuela. Era un chico muy introvertido y tímido –esto último sigue siéndolo– al que le agobiaba su entorno.

En cuanto cumplió 18 años, se marchó a Estados Unidos. “Me apasionaba Lady Gaga, y como ella es norteamericana, dije ‘allá que me voy”. Empezó a trabajar como PR (“vamos, como azafato para acompañar a las estrellas”) en Louis Vuitton, y allí comenzó a codearse con estrellas, que solían alabarle su buen gusto al vestir. Tras conocer a celebrities del nivel de Rihanna, Cindy Crawford, Angelina Jolie o la propia Gaga (“prueba de que los sueños se cumplen”), se fue a la prestigiosa escuela londinense Central Saint Martins, pero solo duró un año. “Volví a Madrid y, como nuestra casa es grande, le pedí a mi padre que tirara la planta de arriba y la convertí en mi taller”.

«No soy diseñador, no soy cantante…, pero utilizo la moda y la música como herramientas de mi visión»

A partir de ese momento, la moda solo le ha dado alegrías. ¿Qué ocurrió cuando le empezó a ir bien? “Me agobié, porque lo de la visión empresarial no va conmigo, así que aposté por movidas en que meterme”. Como ayudar a su amigue Alice Wonder (“es la responsable de que empezara a hacer música”) a montar la actuación con la que participó en el Benidorm Fest 2022. También es el estilista de confianza de otra gran amiga suya, Mirela Balic. “Ahora me parezco más a lo que siempre había soñado de mí mismo: no soy diseñador, no soy cantante…, pero utilizo la moda y la música como herramientas de mi visión”.

Debía haber publicado ya su primer single, I Won’t Let You Go, que anunció hace meses. Pero ha habido varios cambios de planes. «Como tengo complejo de Kanye West, lo he ido retrasando todo, no he parado de hacer cambios», explica. La última semana de febrero será cuando vea la luz su primer single, que no es el que había previsto, «de hecho ni va a estar en mi disco». ¿Y eso? «Después de fumarme mi primer porro hace unos días, hice del tirón un tema de trap/rap melancólico, dedicado a mi ex, que le ha flipado a todo el mundo que lo ha escuchado». Por eso ha decidido lanzarlo sin más, «tal cual se grabó. Esa va a ser la canción con que active mi perfil en las plataformas».

Después irán llegando dúos con sus amigas Alice y Mirela, y también el que tenía que haber sido su primer single. «A primeros de abril, junto con la canción Vanilla Moonboy, llegará el álbum». Se titulará Maktub, y en él, fusionando pop y electrónica, relatará las historias vividas con sus ex, “aunque no es un disco de desamor”.

Su defensa del no binarismo pasa por ni siquiera recurrir al término para definirse a nivel personal y profesional. “Trabajo desde ahí, pero soy Lucas, y punto”, afirma rotundo. “Es mi forma de luchar contra los estándares establecidos. Por eso también me pongo una máscara, porque mi cara no es lo que debe importar”. Por ello presenta su música con un manifiesto que proyecta en sus conciertos. “Quiero llevar el no binarismo a otra dimensión, ese término no debería existir. Somos seres humanos, y estamos en constante transformación. Lo que siempre debe existir es el respeto a que cada uno sea quien quiera”.