“¿Soy culpable de alguna actividad homosexual?”. Una aplicación móvil tiene la osadía de hacer esta clase de preguntas para que no haga falta ir hasta la iglesia para confesarse. Y claro, todos sabemos que ser gay es abominable y uno de los principales motivos para que nuestra conciencia no esté limpia.
Por ello, los reverendos Thomas G. Weinandy y Dan Scheidt, de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, han decidido ponerse manos a la obra colaborando en la materialización de este instrumento divino. El Vaticano no está de acuerdo, pero no se crean que hace referencia a cualquier tipo de discriminación homófoba. “Es esencial entender que los ritos de penitencia requieren un diálogo personal entre los penitentes y su confesor… No puede ser sustituido por una aplicación informática. En ningún caso es posible confesarse a través del teléfono”, explica el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Si Apple, conocida por su política pro gay que incluye la prohibición de este tipo de aplicaciones, no pone algo de cordura, nadie lo hará.
Confession es el nombre que sus creadores le han dado a la aplicación, que además de preguntas sobre homosexualidad se interesa por si te masturbas o te portas mal fuera del matrimonio. Una campaña pidiendo su retirada comienza a ser prioridad. Luego nos encontramos a curas en Grindr…
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