Nos vuelven locos los últimos reencuentros nostálgicos que estamos presenciando. Si hace unos días os hablábamos de la reunión de los chulazos de algunas de las series más míticas de los 90 para la revista US Weekly, ahora las actrices de la película Crueles intenciones han hecho lo propio: juntarse para ver en chupipandi el musical inspirado en la mítica película de 1999 que protagonizaron –sí, han hecho un musical–.
Reese Witherspoon, Selma Blair y Michelle Gellar acudieron el pasado jueves al estreno del musical paródico no autorizado de la cinta que se representa en el Table & Stage de Los Ángeles, que de hecho lleva como título The Unauthorized Musical Parody of Cruel Intentions. Las tres actrices no han parado de subir fotos del encuentro que han calificado como “la mejor noche de chicas del año”.
Incluso Selma y Michelle recrearon el polémico beso que tanto escandalizó en su momento.
Al que no se le vio el pelo fue a Ryan Phillippe, el protagonista masculino de la cinta y ex marido de Reese, que está teniendo algunos enfrentamientos con su ex mujer por su loco estilo de vida, poco apropiado para un padre de dos hijos según ella.
Muchos de vosotros os acordaréis de Crueles intenciones y los que no deberíais apuntarla ya en vuestra lista de películas para ver. El drama adolescente dirigido por Roger Kumbel (La cosa más dulce) era una versión actualizada de Las amistades peligrosas, del escritor Choderlos de Laclos. En ella, Kathryn (interpretada por la cazadora de vampiros Sarah Michelle Gellar) y su hermanastro Sebastian (al que daba vida un potentísimo Ryan Phillippe) hacían perversas apuestas únicamente para divertirse y reírse de las desgracias ajenas. Sebastian, conocido por ser un auténtico conquistador, tenía que seducir a Cecile (Selma Blair) para vengarse del ex de Kathryn, que la dejó por Cecile.
Su desafío más maquiavélico llegará después, cuando Sebastián se juegue con su hermanastra que si no logra acostarse con la eterna virgen Annette (interpretada por la oscarizada Reese Witherspoon), Kathryn se agenciará su Jaguar; pero si consigue llevarla a la cama y desflorarla, podrá poseerla también a ella. Lo dicho, a volver a verla.