Desde que se anunció el pasado 13 de junio que Pastora Soler sería la encargada de dar el pregón del Orgullo en Sevilla, tanto el Ayuntamiento como la artista recibieron numerosas críticas. Muchos opinaban que el pregón debería ser dado por alguien que pertenezca al colectivo, como había sucedido años anteriores con Vanesa Martín y María del Monte.
Comentarios como “Poner a Pastora Soler a dar el pregón del Orgullo es como ponerme a mí de abanderado del equipo olímpico”, “¿Os imagináis el 8M con un discurso dado por un hombre? Pues esto es lo mismo” o “Amo, respeto y es una persona increíble, pero Pastora Soler no ha aportado nada a la vida LGTBIQ+ de Sevilla” inundaron la publicación del Ayuntamiento de Sevilla en la que se anunciaba a la pregonera.
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El jueves 27 de junio tuvo lugar el pregón en la Alameda de Hércules, y la cantante Pastora Soler apareció subida en un autobús, ondeando la bandera del Orgullo y rodeada de su círculo más cercano. Luciendo un batín rosa fucsia y un minivestido con los colores del arcoíris, Pastora ha dejado claro que, aunque no forma parte del colectivo, se siente parte de él como altavoz. “No os imagináis lo feliz que me siento por estar aquí. Tras tres años de intentonas fallidas, por fin, aquí estoy”, expresó la cantante nada más llegar al escenario.
Visiblemente emocionada, comenzó su discurso saludando a todos los asistentes: “¡Buenas tardes, Sevilla! Lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales, heterosexuales, heterocuriosos, curiosas, curioses, bigéneros, no binarios, asexuales, género fluido, copleros, copleras, copleres, amigos, amigas, amigues… Aquí está feliz y orgullosa vuestra pregonera”.
Soler continuó expresando que se encontraba allí como sevillana y como persona comprometida, y subrayó que le duelen profundamente las injusticias a las que aún se enfrenta la comunidad LGTBIQ+. “Estoy aquí como madre de dos niñas, que aunque aún sean pequeñas para definir su orientación sexual y quiénes quieren ser. Estoy aquí por si mis hijas son lesbianas, bisexuales, transexuales…,Tanto mi marido como yo estaremos ahí siempre, apoyándolas”, añadió.
El pregón terminó con Pastora dándole las gracias al público por permitirle apoyar al colectivo, y cantando uno de sus temas más famosos, Quédate conmigo. La decisión, inicialmente criticada, se convirtió en un acierto, y las reacciones al discurso fueron muy positivas. Comentarios como “Sorprendentemente, el pregón de Pastora Soler está siendo más reivindicativo y cercano al colectivo que otros”, “Sevilla no ha podido tener mejor pregonera” o “Ha cuidado el mensaje y hasta el más último detalle. Por más gente como ella que nos acompaña y no suelta la mano” inundaron las redes sociales.
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Pastora Soler demostró con creces su compromiso y empatía, y se ganó el respeto y el cariño de la comunidad LGTBIQ+ y de todos los sevillanos presentes. La celebración del Orgullo de Sevilla se destacó por su inclusión y el apoyo mutuo. Es un importante paso hacia la igualdad de derechos y el respeto hacia todas las personas por igual.