Los secretos del EuroPride 2024 en Tesalónica, donde Nebulossa triunfó (y volvió locas a las eurofans)

Temas: Derechos LGTBIQ+, Eurovisión, Grecia, Orgullo, Turismo LGTBIQ+

El 15 de febrero de este año se aprobó el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en Grecia, que se convirtió así en el primer país del mundo cristiano ortodoxo que legaliza el matrimonio homosexual, pese a la presión de la Iglesia ortodoxa. Más del  80 por ciento de la población helena sigue esta doctrina religiosa, pero los partidarios de los derechos LGTBIQ+ consiguieron imponerse en el Parlamente griego. Hasta el momento, veintiún países europeos han legalizado que personas del mismo sexo puedan casarse. La ley griega también otorga a estas parejas el derecho a adoptar.

Según el Mapa Arcoíris 2024 que ha publicado ILGA-Europa, un informe anual que resume la situación legal y política de los derechos humanos de las personas LGTBIQ+ en nuestro continente, Grecia ocupa el octavo lugar en el ranking de derechos conseguidos con 70 puntos de 100. Tras nueve años, Malta sigue en primera posición con casi 90 puntos. España se encuentra en el cuarto lugar con 77 puntos. En el otro extremo de la escala se encuentran Rusia (2%), Azerbaiyán (2%) y Turquía (5%). Este informe señala que las prácticas de conversión solo están prohibidas en 10 de los 48 países que se evalúan; todavía en 6 países europeos las personas LGTBIQ+ no tienen ninguna protección contra la discriminación.

Precisamente en Grecia es donde ha tenido lugar este año el principal Orgullo de Europa, el EuroPride 2024, en la ciudad de Tesalónica. En un principio iba a celebrarse en 2020, pero debido a la pandemia de coronavirus se tuvo que aplazar hasta este año, desde el 21 hasta el 29 de junio.

Días previos al EuroPride

Llegué el miércoles de madrugada a esta ciudad griega lleno de ilusión por volver a vivir esta cita: el año pasado fue en La Valeta, Malta, y me pareció algo increíble. El ambiente que se respiró allí era de armonía constante. La capital maltesa estuvo envuelta por una atmósfera LGTBIQ+ durante aquellos días. En Tesalónica, a priori, no tuve la sensación de llegar a una ciudad en la que se estuviera celebrando el EuroPride; pensé entonces que el evento estaría en sitios concretos y no por toda la urbe. Es la segunda ciudad de Grecia y tiene más de 300.000 habitantes censados, pero su área metropolitana supera el millón de personas.

El jueves por la noche, tras un día de turismo por la ciudad portuaria en el que no dejé de sudar debido a la sensación de humedad tan alta, acudí al concierto organizado por Thessaloniki Pride en el parque YMCA. Esa noche iba a ver a Helena Paparizou actuar, estaba emocionado por verla cantar My number one, tema con el que ganó el festival de Eurovisión en 2005 representando a Grecia, pero tras un día de intenso calor, comenzó a llover y no pudo cantar. Disfruté de otras artistas que sí pudieron actuar antes de la cancelación. Yo estaba con ganas de marcha, pues la tormenta me pilló con una cerveza en la mano. El recinto se vació de inmediato, solo quedaron los trabajadores y voluntarios del evento, y allí estaba yo, empapado debajo de un árbol con una triste cerveza aguada. Mi plan de fiesta en el concierto se vio truncado, pero decidí irme al hotel para cambiarme de ropa y buscar alguna discoteca gay.

Google me informó de que Enola es la principal discoteca gay de la ciudad y que está a dos minutos del hotel, ¡qué casualidad! En la puerta de la discoteca pensé que seríamos cuatro gatos, pero nada que ver, cuando entré estaba llenísima; no sé para qué me cambié de ropa, mi camiseta terminó empapada de sudor. ¡Qué fuerte!, estaba sonando Zorra de Nebulossa y toda la gente la coreaba. La noche en la discoteca estuvo repleta de temazos eurovisivos.

El viernes aproveché para conocer una de las partes más reivindicativas del EuroPride Tesalónica 2024. Acudí al parque YMCA a la feria en la que se encontraban los puestos de información de las organizaciones participantes. España era el único país que estaba representado. Turespaña habilitó un punto informativo para promocionar diferentes Orgullos del país: Madrid, Barcelona, Bilbao, Torremolinos, Ibiza y La Coruña. Conocí a Gonzalo Ceballos, consejero de Turismo de la Embajada de España en Roma, y me habló sobre la importancia de estar en este evento: “Estamos en Thessaloniki para promocionar el turismo LGTBIQ+ en España, para hacer saber que nuestro país cuenta con atributos como el respeto a la libertad individual, la inclusión y el estilo de vida que tenemos tan atractivo para la gente que nos visita. Aquí hay mucha Iglesia ortodoxa que está quejándose y no lo vemos porque está la policía. España puede vanagloriarse de estar muy avanzada en el ámbito de la comunidad LGTBIQ+. Esto es un evento donde se celebran conquistas del colectivo en diferentes espacios del mundo. Nosotros tenemos un montón de Orgullos y eso atrae a muchísima gente de todos sitios ,y es algo que favorece mucho los ingresos turísticos”.

Por la noche acudí al concierto que estaba programado; crucé los dedos para que no lloviera, y así fue, afortunadamente el tiempo nos brindó una noche espléndida junto al Paseo Marítimo y la Torre Blanca, uno de los principales monumentos de Tesalónica. Entre los artistas invitados estuvo Alexis Saint-Pete, participante de RuPaul’s Drag Race UK, la cantante griega Katerina Stikoudi y la cantante greco-estadounidense Kalomoira, que ofreció un increíble espectáculo en el que destacó su canción Secret Combination, tema con el que representó a Grecia en Eurovisión 2008 y quedó en tercer lugar. Al finalizar las actuaciones, las presentadoras pidieron un minuto de silencio para Diona Dallas, una artista trans. Al finalizar, el público dedicó un emocionante aplauso a Diona. En las pantallas del escenario, una imagen suya y la siguiente frase: A woman of great strength (una mujer de gran fuerza).

El desfile del EuroPride, la cita principal

El sábado fue el día grande y aproveché para descansar lo máximo posible; quería estar a tope en el desfile y posterior concierto. La noche anterior vi amanecer cuando salí de la discoteca, maldita sea, ya no estoy para estas cosas, o sí, no lo sé. Ya por la tarde, con las pilas cargadas, me metí de lleno en el desfile, hice tropecientas fotos con mi móvil y vi a varios españoles. Por fin pude relacionarme relajado, sin hacer un esfuerzo increíble por hablar y entender en inglés, ¡qué gusto!

En la manifestación sí que había representación de otros países como Bélgica, Italia, Portugal y los Países Bajos, promocionando los Orgullos de algunas de sus ciudades, como es el caso de Lisboa y Ámsterdam, donde se celebrarán el EuroPride 2025 y el WorldPride 2026 respectivamente. El recorrido tuvo lugar en una de las arterias principales de la ciudad, la calle Tsimiski, y el Paseo Marítimo, y finalizó junto a la Torre Blanca.

Un chico griego de 22 años me habló sobre la importancia de que el evento se celebrara este año en su ciudad, Tesalónica: “Los derechos LGTBIQ+ han ido evolucionando de manera constante en mi país en los últimos años. En 2024 hemos conseguido el derecho al matrimonio y la adopción, aunque no se permiten los matrimonios religiosos ni ser padres por gestación subrogada a las personas homosexuales. En marzo de este año se produjo una agresión homófoba en el centro de la ciudad, y al día siguiente muchas personas se reunieron en una manifestación de protesta. Por cosas como esta era muy importante que el EuroPride se celebrara en Tesalónica”.

Una vez finalizado el desfile, en el que participaron miles de personas, comenzó el último concierto. Conocí a Aratz Castro, coordinador de Bilbao Bizkaia Harro, plataforma que potencia la memoria histórica del colectivo LGTBIQ+ vasco y que forma parte de EPOA, la asociación que agrupa a los distintos Orgullos europeos. Pude conversar con él, y señaló que “es muy importante que exista el EuroPride en países como Grecia y Serbia, donde se celebró en Belgrado en 2022, ya que la Iglesia ortodoxa ha hecho una campaña muy importante contra los derechos del colectivo en estos países”. Además, apunta que “es fundamental que a nivel europeo los diferentes Orgullos muestren unidad en favor de la igualdad para mandar un mensaje claro de que los derechos no van para atrás, más aún ahora que ha habido elecciones europeas y la extrema derecha ha cogido fuerza”. También quiso reconocer el trabajo de Thessaloniki Pride, la organización del evento, ya que “lo ha tenido muy difícil porque tendría que haber sido el año de la pandemia de coronavirus, y eso supone un trabajo extra”. Por último, habló de la importancia de que haya sido Tesalónica la ciudad anfitriona de Grecia: “Tesalónica no es la capital de Grecia, es la segunda ciudad, a muchos kilómetros de Atenas, con lo que eso supone. Es un sitio referente para muchos entornos, no solamente para Grecia, sino para los países que están colindando; he tenido la impresión de que las instituciones de la ciudad no se han volcado con el evento, pero esto hace que cobre más sentido que se realice aquí”.

Tras este rato de agradable charla, seguí disfrutando del espectáculo. Entre los invitados estaba la artista drag británica Danny Beard, ganadora de la cuarta temporada de RuPaul’s Drag Race UK, y Silia Kapsis, la representante de Chipre en Eurovisión 2024, que, por supuesto, cantó Liar, su tema eurovisivo.

Nebulossa, el broche final

Tras varias horas de desfile y concierto, estaba ansioso por ver sobre el escenario a Nebulossa y disfrutar de su tan conocido Zorra. Fueron los últimos en salir a actuar. Cuando por fin aparecieron, el público estaba volcadísimo con ellos, la gente estaba deseando escuchar su famosa canción de Eurovisión. Comenzaron con su canción Me ha dado porno y una versión en español de Don’t you want me del grupo The Human League.

Cuando llegó el momento de Zorra, al principio el público pudo ver en la pantalla gigante a Manuela Trasobares en su mítica intervención televisiva conocida como «tira la copa», en la que se impuso con su discurso feminista y se preguntaba por qué la mujer tenía que reprimirse y no podía hablar de sexo. Después, allí estaban ellos bajo las luces rojas, Mery Bas y Mark Dasousa, la baterista Ana Villa y el cuerpo de baile formado por los talentosos Iosu Martínez y César Louzán. Yo tenía los pelos como escarpias de la emoción, me sentí muy orgulloso de ser español en ese momento, y la gente no paraba de cantar. Al finalizar el tema, Mery cantó A quién le importa de Alaska, el broche final para este acontecimiento de libertad.

Tras el concierto, fui corriendo a la parte trasera del escenario para intentar entrevistarlos y lo conseguí; siempre llevo mi tarjeta de prensa por si me hiciera falta. Mery, vocalista de Nebulossa y protagonista de la noche, me contó que era la primera vez que actuaba en Grecia y que había sido maravilloso: “He estado muy tranquila, siempre que subo al escenario intento darlo todo para el público que tanto cariño y amor me da. Zorra es una canción autobiográfica, tenía que sacar algo que llevaba dentro, no esperaba este apoyo por parte del colectivo LGTBIQ+, ha sido una sorpresa; sin pretenderlo, se ha convertido en un mensaje de esperanza, es emocionante”.

Mark, teclista de Nebulossa y pareja sentimental de Mery, me contó que a pesar de estar agotadísimo por el viaje de doce horas, ya que tuvieron que hacer escala en Atenas, y porque el día anterior actuaron en Sevilla, estaba bien porque el público le insufló toda su energía: “Parece que llevamos una semana durmiendo [risas]. La gente ha estado muy entregada, el público LGTBIQ+ nos ha acogido, nos ha adoptado y es el que nos levanta; nosotros ahora estamos conociendo la diversidad de verdad con vosotros”. Además, me dijo que están con unas ganas tremendas de que llegue septiembre porque sacarán nuevos temas que se unirán a ‘Zorra’.

Los dos bailarines, Iosu y César, estaban muy contentos y satisfechos con su actuación, se les notaba en el rostro: “Sigue siendo como el primer día, ese juego con el público es fascinante. Siempre que jugamos fuera de casa salimos con la duda de cómo responderá la gente. Estamos sorprendidos de que la canción Zorra esté tan arropada por la gente y la cante de principio a fin; cuando suenan los primeros golpes de música ya sentimos la entrega de la público”. Les pregunto si están agotados de tanto evento en tan poco tiempo, a pesar de ser algo maravilloso esto que están viviendo: “Nosotros, además de trabajar con Nebulossa, estamos creando nuestro propio proyecto como bailarines y seguimos con nuestros shows como drags. En el viaje a México de hace unas semanas petamos de cansancio”.

Por último, Ana, la baterista, no se creía el éxito que estaban teniendo también en Tesalónica: “He alucinado, no esperaba esto aquí. Siento un orgullo máximo de estar en el EuroPride. Además, ha habido muchos temazos en Eurovisión este año y hemos podido actuar en este evento, o sea que increíble. Este verano tenemos muchísimos conciertos más, sobre todo en España”.

También  conversé con un grupo de estudiantes españolas que estaban esperando para conocer a Nebulossa y hacerse una foto con ellos: “Ha sido un placer haberla visto después de este año aquí en Grecia de Erasmus, hemos cerrado de la mejor manera posible esta etapa; estamos orgullosas de Nebulossa, vimos Eurovisión juntas y vivir esto aquí ha sido increíble”.

Tras esto me fui a continuar la fiesta en la discoteca Enola. Mi vuelo salía en pocas horas, así que decidí no dormir. En medio de toda la gente pude conocer a un chico griego que hizo que este viaje se convirtiera en algo realmente mágico.