Los dueños del bar Tot per l’aire, ubicado en la localidad valenciana de Xirivella, han sido víctimas por segunda de vez de un ataque homófobo. En esta ocasión, la fachada del local fue vandalizada con el mensaje “Fuck gays”, y la bandera LGTBIQ+ que ondea en la puerta del establecimiento también ha sido pintada.
Rober y Germi, propietarios del bar, creen que estas pintadas tuvieron que ser realizadas por la noche, mientras el local estaba cerrado por descanso del personal. “Por la mañana vinimos a limpiar y no había nada. Ha sido esta mañana al llegar cuando nos hemos dado cuenta de que estaban las pintadas”, explica Rober, recordando que esta es la segunda agresión homófoba que sufren. Aunque desconocen la identidad de los autores, están seguros de que al menos dos personas participaron en el acto, ya que “la bandera está colgada alta y ahí no llega una sola persona”.
El primer ataque ocurrió a finales de mayo durante el turno de cenas. Un grupo conformado por unas diez personas no estaba de acuerdo con el importe a pagar y se negaron a abonar la cuenta, y cinco de ellos (hombres y mujeres de entre 40 y 50 años) empezaron a insultar a los dueños del establecimiento con frases como “no os vamos a pagar, maricones de mierda”, mientras les arrojaban platos y vasos que estaban colocados en la barra. E incluso les llegaron a amenazar con agredirles físicamente. “Afortunadamente todo se quedó en un susto, pero es que pudo ser mucho peor porque hubo varios vasos que nos rozaron la cabeza”, cuenta Rober. Añade que, si algún cliente no está conforme con el trato o la cuenta, puede llamar a la policía o poner una hoja de reclamaciones, “pero ellos fueron a lo fácil, a insultarnos y llamarnos maricones”.
La pareja explica que el grupo de personas les causó problemas desde que entraron al bar, ya que se les veía “perjudicados”, y durante las horas que estuvieron en el establecimiento tuvieron que llamarles la atención varias veces debido al escándalo que estaban armando.
En ambos incidentes, la pareja ha denunciado los hechos a la policía nacional. “Al principio no queríamos hacer mucho ruido y queríamos dejarlo pasar. No se pueden tolerar este tipo de actitudes, que encima van a más”, explicaban tras la primera agresión. Y aseguran que este suceso les da más aliento para seguir luchando.