Trey Cunningham, un corredor de 25 años que fue subcampeón del Mundial de Atletismo 2022 en la prueba de 110 metros vallas, ha contado en una entrevista al periódico The New York Times que haber confesado su orientación sexual a sus amigos y familiares hace cinco años fue “una de las cosas que más miedo me han dado”.
Para poder dar el paso, Cunningham utilizó una técnica de entrenamiento “Decimos nuestras metas en alto. Si hay algo que queremos conseguir, lo decimos. Ponerle palabras a las cosas lo hace real”. Además, Trey ha comentado que conoce a muchos atletas que son del colectivo LGTBIQ+ pero que no lo han hecho público. Aunque entiende que es una situación complicada y extraña, señala que es una realidad en el mundo del deporte.
El joven corredor, que no ha logrado clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024, es originario de Winfield, Alabama, y describe su pueblo como un lugar rural, conservador y religioso, “el tipo de sitio donde no quieres ser el niño gay del colegio”. Esto refleja las dificultades adicionales a las que tuvo que enfrentarse a la hora de reconocer abiertamente su sexualidad, debido al entorno donde se crio. “Tenía cierta inquietud sobre cómo se iba a ver mi vida”, explica refiriéndose a su hogar. Y añade: “Aparentemente, es algo especial que me guste besar a chicos”. Por otra parte, Cunningham ha recordado que todavía hay lugares donde pertenecer al colectivo LGTBIQ+ no está tolerado y puede ser motivo de castigo, pero también ha reconocido que la mayoría de estudiantes y personas jóvenes son mas abiertas y comprensivas: “Es como ‘OK, bien”.
A pocas semanas de que empiecen los JJ OO, y con la Eurocopa y la Copa América en curso, la historia de Trey Cunningham cobra más importancia aún. Resulta necesario que haya más deportistas que se declaren abiertamente parte del colectivo para romper barreras y tabúes, además de para ayudar a otras personas a vivir su sexualidad sin miedo.