Dolly es una drag única, e infatigable, imprescindible en la escena travesti madrileña desde hace décadas. Sí, se dice pronto, porque puede presumir de una trayectoria –incluida su etapa cabaretera– de más de treinta años.
La gran Dolly se define como «artista de variedades», y nada le gusta más que entretener a su público desde los escenarios. Aunque también se recuerdan incursiones en el cine como en esa cinta de culto LGTBIQ+ Más que amor, frenesí (1996), de Alfonso Albacete y David Menkes.
El caso es que sus seguidores notaron que ha estado unos meses desaparecida. ¿Qué ha pasado con Dolly? Pues ella confiesa que hizo «un Amaia Montero«. Se alejó de los focos y nada se ha sabido de ella durante aproximadamente un año. Bueno, Dolly es humana, y lo primero es la salud, así que se ha estado mimando todos estos meses para poder celebrar ahora su regreso en plena forma, por todo lo alto.
¿Cómo y dónde va a ser la vuelta de Dolly? «Será en mi casa, en Gula Gula», nos confiesa. Y tiene todo el sentido, porque en ese mítico restaurante amenizado con shows travestis, en la céntrica calle Preciados nº 46 de Madrid, no solo lleva Dolly muchos, muchos años entreteniendo; también es un gran escaparate de arte drag, porque son muchas las artistas que han desfilado por él para mostrar la diversidad de la escena madrileña.
Para Dolly, Gula Gula es, literalmente, su hogar, y por ello celebrará su vuelta el sábado 27 de julio, fecha en la que volverá a calzarse los tacones. «Voy a presentar un monólogo algo diferente al que os tengo acostumbrades», dice. «Quizá –solo quizá– me desnudaré», avanza. «Pero que todo el mundo esté tranquilo, que lo digo en sentido metafórico, porque llevaré dos fajas…«.
Es una fecha muy señalada para la drag, tras ocho meses de silencio público, y asegura que llega con muchas ganas de hacer reír y también emocionar en una ocasión tan especial. «Quiero reencontrarme con mis fans, mis haters, mis acreedores, Hacienda y everybody«, dice con su habitual humor. «Porque, más que nunca, soy consciente que la vida son dos días… y uno llueve».