La policía rusa ha efectuado sendas redadas en Central Station y Three Monkeys, dos clubs gais de la capital gestionados por el mismo equipo, y dos de los locales queer más conocidos del país. Los agentes que se personaron en los locales iban armados y enmascarados, y detuvieron a más de cincuenta personas para interrogarlas.
Según los canales de Telegram rusos MSK1 y Shot, que han compartido vídeos del incidente, se ve cómo la policía obliga a más de doscientas personas a tirarse al suelo a punta de pistola antes de registrar sus pertenencias. También se puede apreciar cómo cachean a personas con los brazos apoyados contra una pared y les abren las piernas a patadas.
Las autoridades afirman que la redada se llevó a cabo como parte de una ofensiva contra el tráfico de drogas, según informa MSK1. “Los agentes de policía preguntaron a los clientes si llevaban drogas y si las habían consumido esa noche”, cuentan. “Había fragmentos de vasos rotos esparcidos por todas partes y alcohol derramado en el suelo”, añaden.
Shot también confirmó que la redada era para buscar “presencia de sustancias prohibidas y drogas”, pero justo se llevó a cabo el 11 de octubre, Día Internacional de Salir del Armario, por lo que los clientes asistían a eventos para celebrarlo. En otra publicación, explicaron que las autoridades recibieron quejas de algunos clientes en las que aseguraban que “todo tipo de incidencias” ocurrieron en los clubs y que había “hombres semidesnudos vestidos de mujeres bailando alrededor del escenario y hombres invitados besándose libremente”.
Un tercer canal de Telegram, Mash, muestra las actuaciones drag en uno de los clubs, y se refieren a estos como “moradas de libertinaje”, y asegura que la intervención policial se realizó por “desacreditar a las fuerzas armadas rusas”, pues los artistas “se rieron de los militares y parodiaron a las fuerzas aéreas desde el escenario”.
Las redadas marcan otro ataque más contra la población queer de Rusia, que sufre abusos y discriminación por parte del Estado y sus leyes de propaganda anti-LGTBIQ+ y una legislación que define al colectivo como una “organización extremista”. En los últimos meses, varios locales gais han sido objeto de redadas por la policía y algunos trabajadores han sido arrestados.
Es tal el punto de represión hacia el colectivo LGTBIQ+ que la aplicación de idiomas Duolingo está siendo investigada por el organismo de control de medios rusos por enseñar palabras como “gay” o “lesbiana”. Desde la aplicación explicaron: “Desafortunadamente, las leyes locales nos prohíben incluir cierto contenido en ruso”, y han eliminado el contenido LGTBIQ+ en su aplicación rusa.