Si hace poco se daba a conocer que Donald Trump había eliminado todo rastro de información sobre el colectivo LGTBIQ+ y el VIH en las webs gubernamentales de Estados Unidos, ahora su siguiente paso es detener los programas de distribución de medicamentos para personas con VIH en países de desarrollo.
Una medida que ha hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) exprese su “profunda preocupación por las implicaciones” que tendría esta decisión que pondría “en riesgo” millones de vidas. En el año 2023, casi 40 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo, y gracias a estos programas de distribución más de 30 millones han podido acceder a los tratamientos necesarios, que recordemos, salvan vidas.
Por este motivo, según explica la OMS, “una repentina y prolongada detención de estos programas no permitirá una transición controlada y pone a millones de vidas en peligro”. Y añaden: “Detener los programas de VIH puede poner a las personas seropositivas en riesgo directo de enfermedad y muerte, y minará los esfuerzos por evitar la transmisión del virus en países y comunidades”.
Además, en torno a 20 millones de personas en todo el mundo reciben el tratamiento necesario gracias al Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Aids (PEPFAR), por lo que interrumpir este plan de financiación va a suponer que las personas que viven con VIH tendrán un mayor riesgo inmediato de contraer la enfermedad y de fallecer. Si Trump decide seguir adelante y detener los programas de distribución, podría provocar un aumento de nuevas infecciones y fallecimientos, lo que daría pie a volver a una situación similar a la vivida en los años 80 y 90, cuando fallecían millones de personas al año en el mundo por el VIH.
Es por ello que la OMS ha solicitado al Gobierno de Estados Unidos que otorgue permisos adicionales para garantizar el servicio de tratamiento y atención al VIH. PEPFAR trabaja en más de 50 países de todo el mundo y durante los últimos veinte años ha salvado más de 26 millones de vidas.
“La OMS tiene el compromiso de prestar apoyo al PEPFAR y a otros asociados, así como a los gobiernos nacionales, para gestionar de manera eficaz los procesos de cambio con miras a reducir al mínimo el impacto en las personas que viven con el VIH”, concluye el comunicado.