Las cuatro componentes de la veterana compañía catalana T de Teatre (Mamen Duch, Àgata Roca, Marta Pérez y Carme Pla) están felices por cómo se está recibiendo en el Teatro Valle-Inclán del Centro Dramático Nacional su más reciente proyecto, La mujer fantasma. Es una función en donde se habla de una manera original e inspiradora de la represión que han sufrido en el pasado –y también ahora– las mujeres. “Desgraciadamente, sigue siendo un tema de total actualidad”, afirman.
La compenetración entre ellas, dentro y fuera del escenario, es digna de admirar. De ahí que no resulte necesario especificar quién dice qué en esta entrevista. El autor argentino Mariano Tenconi escribió la obra para esta compañía que en 2025 cumple nada menos que 34 años de carrera. “Y con ganas de seguir celebrando aniversarios… Esta es una profesión muy exigente a nivel físico, pero mientras el cuerpo aguante, aquí seguiremos”, aseguran.
De momento, andan sobradas de fuerzas para representar esta obra en la que interpretan a cuatro profesoras que viven en un lugar indeterminado (“puede ser perfectamente España, o Argentina”), a finales de los años 70. Cuatro maestras que, en una comedia de tintes dramáticos, sutilmente políticos e inspiradores, se enfrentan al amor, el desamor o la represión, y no solo a sus fantasmas, porque los hay que, literalmente, se les aparecen. “Se tratan temas muy universales”, apuntan. “Viven en una época de represión que afecta profundamente sus vidas personales”.
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Una de ellas, la interpretada por Ágata Roca, vive en secreto una relación con otra mujer, a la vez que hace ver a una alumna lesbiana que lo que siente no es aceptable. Y también aparece reflejado el tema de la salud mental. “Se supone que, como maestras, deben dar ejemplo”, pero en la función queda claro que las circunstancias que viven no las convierten en las personas más adecuadas para hacerlo, “porque vemos con todo lo que lidian cuando salen de clase. Es una obra con muchas capas, y que esté contada en tono de comedia permite que los temas que se tratan lleguen con más facilidad al espectador”, explican. Porque “al final, la comedia siempre está presente en la vida”.
El hecho de que aparezcan unas actrices fantasmas, cuya historia es mejor no revelar para evitar spoilers, permite añadir una capa narrativa más a la obra. “Nos encanta que la función sirva también para rendir un homenaje al teatro y al oficio de actriz: el nuestro”, continúan. «Es muy bonito cómo Mariano, al escribir la obra para nosotras, que somos una compañía de teatro formada por mujeres, haya incluido esta lectura también».
«Nos encanta que la función rinda homenaje al teatro y al oficio de actriz: el nuestro»
Una compañía pionera en nuestro país, que apostó desde su creación por visibilizar el trabajo de esta cuatro actrices que se llevan muy bien y disfrutan trabajando juntas. Que, con la perspectiva del tiempo, se han dado cuenta de que, solo por el hecho de existir, han otorgado a T de Teatre un fuerte componente político. «Imagínate, todas nos estamos acercando a los sesenta. No es tan fácil encontrar buenos papeles a nuestras edades. Así que nosotras nos aseguramos de tenerlos«, cuentan. Y recuerdan cómo se tuvieron que enfrentar a un machismo irritante cuando comenzaban. «Es que nos llamaban ‘las nenas’, es algo que nunca pudimos comprender. ¿A que a los futbolistas del Barça nunca les habrían dicho ‘los nenes’?». Pues eso, nada que añadir.
LA MUJER FANTASMA SE REPRESENTA HASTA EL 16 DE FEBRERO EN EL TEATRO VALLE-INCLÁN (PLAZA. ANA DIOSDADO, S/N · MADRID) DEL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL
RETRATOS T DE TEATRE: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
FOTOS FUNCIÓN LA MUJER FANTASMA: DAVID RUANO