Había mucha expectación. El Teatro de la Zarzuela acogía en su escenario el montaje de La tabernera del puerto de Mario Gas que, bajo la dirección musical de José Miguel Pérez-Sierra, prometía ser uno de los grandes estrenos de la temporada. Sin embargo, una huelga del coro programada para la tarde del estreno hizo que la función se viera más limitada. La dirección del teatro decidió, por respeto al resto de artistas, continuar con la representación y, aunque la decisión levantó discrepancias entre alguno de los asistentes, el telón se levantó.
El romance marinero, narrado en tres actos, partía con un valor asegurado: la bellísima música de Pablo Sorozábal. Uno de los grandes compositores líricos de nuestro país y uno de esos nombres dignos de reivindicar. El que fuera director de la Orquesta Sinfónica de Madrid a mediados del siglo pasado, saboreó las mieles del éxito con La tabernera del puerto en su estreno, en 1936, unos meses antes de que estallara la Guerra Civil, y fue autor de otros grandes títulos como La del manojo de rosas, La casa de las tres muchachas y Don Manolito.
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Ya solo por escuchar en directo la música del maestro Sorozábal, la ocasión merecía la pena. De hecho, la producción es mucho más que impresionante: con un decorado imponente y una entrada al teatro con una proyección sobre el telón digna de cualquier título de crédito del Hollywood más clásico, La tabernera del puerto seguro que hará disfrutar a aquellos que se dejen atrapar por su historia y quieran acercarse al teatro hasta el 22 de junio.
La calidad vocal e interpretativa de sus intérpretes es otro de sus grandes puntos a favor. A pesar de las dificultades que tiene de por sí una obra como esta, el cantar sin coro unas partituras tan corales es un verdadero fastidio, lo que pone aún más en valor la profesionalidad de los cantantes sobre las tablas, que supieron sobrellevar los inconvenientes y regalar al público una deliciosa tarde musical con sabor a mar, y un poco agridulce.
El reparto estuvo encabezado por Leonor Bonilla en el papel de Marola, la joven tabernera; Ángel Ódena como Juan de Eguía; Marcelo Puente como Leandro; Rubén Amoretti encarnó a Simpson, el lobo de mar inglés; Ruth González se puso en la piel de Abel, el joven músico; Pep Molina como Chinchorro; Ángel Ruiz recuperó su personaje de Ripalda, el dueño de café, que ya interpretó en otras representaciones, al igual que Vicky Peña con el papel de Antigua. Le siguieron los actores Xavier Ribera-Vall, Rafael Delgado, Didier Otaola como marineros, y Ángel Burgos como sargento de carabineros.
Romance marinero
El vapor de leyenda envuelve esta obra cargada de poesía y sentimiento, que sigue la tormentosa historia de Marola, Juan de Eguía, Leandro y los demás, en una taberna marinera que, muy cerca del puerto, es testigo de romances, desventuras y contrabando.
La producción cuenta con el importante equipo artístico que ya triunfó en 2018 con esta representación, y se completa con dos repartos de cantantes y un equipo de actores que recrean la historia de este imaginario pueblo de marineros, contrabandistas, borrachos y sardineras que viven fascinados, y temerosos, de una tabernera forastera, que para unos es una “endiablada sirena” y para otros un “hada bruja”.
LA TABERNERA DEL PUERTO SE REPRESENTA EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA HASTA EL 22 DE JUNIO.