Marina lleva demostrando que es una artista muy inquieta desde que participó en la segunda temporada de Drag Race España. En la gira posterior al programa dejó al público de todo el país boquiabierto con el numerazo que se marcó. Toda una declaración de intenciones, porque en él fusionaba travestismo, pop, baile y hasta teatro/cine musical.
Ha continuado Marina apostando siempre por el camino menos fácil, por seguir construyéndose una identidad artística que reflejase a la perfección sus gustos e inquietudes. Vuelve hacerlo con La noche de las mil Marinas, un espectáculo unipersonal y multimedia que estrenó en la última edición del festival LGTBIQ+ Diversa en Elche, donde provocó el delirio de los asistentes. Ahora llega a Madrid, con dos únicas fechas confirmadas, a La Mari Queen en Chueca, que en tiempo récord se ha convertido en un espacio más que seguro para la comunidad drag.

Fotos: Dominik Valvo
SHANGAY ⇒ ¿Cómo nace La noche de las mil Marinas?
MARINA ⇒ Realmente, de la necesidad de trabajar. La escena drag es precaria per se, y tenía claro que tenía que montar algo por mi cuenta. Me ha llevado un tiempo visualizar qué quería hacer y en qué formato. Finalmente, el lenguaje del cabaret es el terreno en el que me siento más cómoda.
SHANGAY ⇒ ¿Qué se siente al presentar un show como este?
MARINA ⇒ La verdad es que, llegados a este punto, que cada una me vea como quiera… Supongo que si vienen verán a una artista pasándoselo bien, que ya es mucho. Me siento orgullosa de haber insistido con esta idea pese a las dificultades que representa producir algo por tu cuenta. Así que ver que por fin ha tomado forma es siempre una sensación reconfortante. Hay muchos nervios, pero sobre todo el deseo de hacerlo, y confío en que el público así sabrá verlo y apreciarlo.
SHANGAY ⇒ Como siempre en tus proyectos, hay muchas y variadas referencias artísticas. ¿Te costó decidirte por las que tienen hueco en este show?
MARINA ⇒ Ha sido una cuestión de dejar que el tiempo fuera revelando las referencias que quería. Como siempre, con el drag hay muchas posibilidades encima de la mesa, pero sí tenía claro que quería acercarme más al transformismo clásico que al drag tal y como lo entendemos hoy. Todos los temas musicales, excepto uno, son cantados en directo, y aunque son distintos en cuanto a género, todos me permiten una teatralidad en la que me siento cómoda. Al no ser cantante, era importante que pudiera llevarlos a mi mundo y a mi manera de interpretar. El resto de referencias se han ido aposentando y descartando por sí solas, en favor de la línea narrativa que buscaba y lo que el propio espectáculo pedía. Mi objetivo siempre es el de crear una atmósfera; a veces más íntima y dramática, a veces más de music hall o de “jazz entre amigas” [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes cómoda investigando la multidisciplinariedad?
MARINA ⇒ Sí. Hay muchas maneras diferentes con las que explorar la idea de transformación como para quedarse solamente con una.
SHANGAY ⇒ También te gusta que se te conozca un poco más con cada aventura, ¿verdad?
MARINA ⇒ Me gusta la idea de que la gente me conozca más, pero no tanto por mis gustos, sino por los temas que se abordan. Hay siempre una responsabilidad cuando una está en un escenario; especialmente cuando hay una clara voluntad de expresarse y de comunicarse. Creo que el público que me sigue ya conoce mi gusto por lo ecléctico, y de alguna manera entiendo que es lo que se espera de mí. Cuando vienen a ver un espectáculo mío no sabe exactamente lo que verán, pero sí saben que se sorprenderán y se emocionarán…, o eso espero.
SHANGAY ⇒ ¿Dónde quieres llegar con este cabaret drag-pop?
MARINA ⇒ Cuantos más escenarios pueda pisar, mejor. De momento, me encantaría llevar esta Noche de las mil Marinas de gira por España. Mañana, ¡Dios dirá!