Se hacen llamar Por el futuro de la familia, una afiliación apoyada por 100 oficiales católicos de altos rangos que ha reunido más de 400.000 firmas para solicitar al Papa que se aleje de visiones tan «liberales» que atentan contra la «familia tradicional». Este grupo quiere que Francisco comience a condenar a los homosexuales en vez de mostrarse partidario de normalizar lo que consideran «conductas contrarias a la ley divina y natural».
En su petición declaran que «se ha abierto una brecha dentro de la Iglesia. Esta brecha abre la puerta al adulterio, permitiendo el divorcio y la comunión de católicos que se vuelven a casar. Prácticamente incluso aceptaría las uniones homosexuales, aunque tales prácticas estén condenadas categóricamente como contrarias a ley divina y natural».
La afiliación católica recrimina al Papa Francisco sus «visiones liberales con la homosexualidad». Se basan en declaraciones donde afirma que las familias deben apoyar a sus hijos, incluso si son gays, y en posturas cercanas a la homosexualidad y la transexualidad, como vimos en estos artículos: El Papa concede una audiencia privada a un trans, El Papa invita a un representante gay a conversar o El Papa se queda con una bufanda gay.
Sin embargo, cómo hemos comprobado en artículos anteriores (¡Vaya! El Papa Francisco ya no es gayfriendly, El Papa se quita la careta y apoya la homofobia, El Papa ya no se esconde: es transfóbico, El Vaticano no acepta un embajador gay), el Papa siempre nos da una de cal y otra de arena, algo que no contenta ni a unos ni a otros.