1. EL TEATRO CLÁSICO NO LES DA NINGÚN MIEDO
Deseada es una adaptación libre de la obra de Eduardo Marquina La ermita, la fuente y el río. Un drama rural costumbrista publicado hace casi un siglo, en 1927. Pues aquí están Artes Verbénicas, junto a Tío Venancio, para convertirlo en una función actual y cercana. Respeto, el justo, sobre todo hacia el texto; el resto, guiños marca de la casa para que incluso quienes no han pisado un teatro en su vida se diviertan. Y, con suerte, se emocionen, que no todo son chascarrillos y bailes.
2. El folclore les pierde
Artes Verbénicas defienen su estilo como ‘neonfolclore’ o ‘costumbrismo 2.0’. Aquí lo exprimen hasta las últimas consecuencias. Y el aroma ‘neonamateur’ que aún desprenden en esta descarada Deseada lo convierten en un plus que juega a su favor. Junto a un riguroso trabajo actoral y unos elaborados mash-ups de danzas tradicionales y bailes contemporáneos, destilan una inocencia candorosa que hace imposible resistirse a entrar en su juego.
3. Sus musicales no se parecen a ningún otro
En Madrid enverbenado o Señora, su particular homenaje a Rocío Jurado, ya demostraron que les apasiona el teatro musical, y que están buscando un lenguaje propio para enriquecerlo. Es lo que vuelven a hacer en Deseada: parten de nuevo de una raíz muy tradicional para incorporar influencias que cuesta creer que puedan acabar casando. No dudan en bordear el ridículo en ocasiones, y así descolocan también al personal, pero demuestran amar tanto lo que hacen que es imposible que no lo contagien incluso al más incrédulo.
4. Su derroche de energía apabulla
Saltan, suben, bajan, cantan, bailan, se travisten, los hay que interpretan dos personajes (entre ellos Mario Marcol y Pelayo Rocal, dos de los pilares de la compañía, junto a Luis Tausía, esta vez centrado en labores de dirección), rompen la cuarta pared una y otra vez… Imposible echar una cabezada por cansado que vayas, avisado estás.
5. Suena Quién maneja mi barca de Remedios Amaya
Una joya así levanta cualquier fiesta, o espectáculo. En este caso, la han escogido para dar un acertado toque melodramático-folclórico al clímax de la función, que se mueve entre el sainete romántico y el drama costumbrista sin perder en ningún momento un fluorescente toque pop. Y Remedios Amaya encaja divinamente, claro.
DESEADA SE REPRESENTA LOS JUEVES 10, 17 Y 24 DE SEPTIEMBRE EN NAVE 73 (C/PALOS DE LA FRONTERA, 5) DE MADRID